El casco urbano retrocede y las parroquias ganan vecinos

El casco urbano vigués, entendido oficialmente entre la calle Buenos Aires y Bouzas, mantiene una clara tendencia a la baja, en tanto que las parroquias, al menos las más urbanas, se mantienen al alza. Son datos que se pueden cotejar del estudio estadístico realizado por el IGE (el correspondiente gallego del INE) desmenuzando los municipios en parroquias y otros núcleos. En concreto, y por vez primera, el distrito central bajaría de los 200.000 habitantes, en tanto que la suma del contorno parroquial rozaría. los 100.000.

Es evidente que hay un progresivo vaciado del núcleo central, un fenómeno que se repite en otras partes, y que tiene que ver con el envejecimiento de la población y la dificultad de encontrar viviendas y su precio, sensiblemente superior. La urbanización de Rosalía de Castro resolvió parte del problema, y lo mismo pasará en el entorno del barrio histórico una vez se construyan las viviendas previstas en Barrio do Cura. Pero mientras tanto, Vigo va perdiendo habitantes y en el último censo se quedó en 293.837. De ellos, algo más de 94.000 en las parroquias y el resto en el núcleo central.

La primera en vecinos es Lavadores, que cuenta con una parte ya plenamente urbana en torno a Ramón Nieto. A día de hoy suma 17.466 residentes, con una ligera tendencia a la baja. Detrás, Castrelos, ya casi por completo zona urbana, con cerca de 8.000 vecinos, medio centenar menos que hace dos años. El resto suben: Cabral alcanza los 6.669 vecinos y Valladares 5.413 y Beade 5.252. Los territorios con menos residentes son ahora Zamáns, con solo 857, aunque aumentando su censo año tras año; Saiáns, que también gana y llega a 1,158 y la parroquia del Salvador de Teis (desde Buenos Aires a Chapela), que se considera fuera del núcleo, y que baja a 2.265.