Carros locos en descenso por Cabral

Lo de menos fue el ganador, lo que realmente valoran los equipos de carrilanas es participar y llegar a la meta. Ayer, Cabral acogió un año más, y ya van diecisiete ediciones, la carrera de carros de bolas. Organizada por la comisión de fiestas de Santa Mariña para recaudar fondos, contó con 34 vehículos de construcción artesanal, en la que pilotos y copilotos probaron su destreza al conducir. Compitieron en nueve modalidades: Rodamiento, C8 Kart, Neumáticos, Drift trike, C4, C2, Gravity Biky, C10 Skeleton y Simpatía. La carrera consistió en el descenso de 1.200 metros, entre el parque forestal de Cotogrande y A Becerreira, con una pendiente pronunciada y dos curvas cerradas que son los principales escollos a batir.

Aunque la jornada trascurrió sin mayores percances, los servicios sanitarios tuvieron que intervenir en más de una ocasión. Dadas las características de la prueba es obligatorio contar con seguro, bien de la federación o bien una poliza puntual para el día.

Pese a que ganar no fue la principal motivación, también importa, ya que esta prueba es puntuable para los campeonatos que organiza la Federación Gallega de Deportes de Inercia.