Cinco de las carreteras más peligrosas de la provincia están en el área de Vigo

Las cuatro carreteras que acumulan más accidentes en la provincia se encuentran en el entorno de Vigo, con la autovía A-55 a la cabeza y la autopista del Atlántico AP-9 en cuarta posición y la VG-20, la circunvalación, en octava. En concreto, la A-55 Vigo-Porriño acumuló 88 siniestros con víctimas durante el pasado año y todavía más en el actual ejercicio, aunque con menor número de heridos. En segunda posición, la Nacional 550, que va desde Pontevedra hasta Tui, con el tramo más peligroso entre Redondela y Porriño, donde se acumulan los fallecidos. En 2023 hubo 80 siniestros con daños.

La tercera posición es para la PO-552, un vial autonómico que parte desde Vigo y llega hasta A Guarda, desde donde continúa hasta Tui. En 2023 sumó 59 heridos graves y leves en otros tantos siniestros. Por fin, el cuarto puesto es para la AP-9, con 52 víctimas entre Pontevedra y Vigo, que es también el tramo más utilizado con hasta 70.000 vehículos al día. Según un estudio a nivel nacional realizado en vías interurbanas por la empresa Informes Mecánicos, la quinta posición es para la A-52, entre Porriño y A Cañiza, con 28 accidentes. También son significativos la N-640 (27), la autonómica PO-531 (24), la circunvalación de Vigo VG-20 (22), en octava posición, y otras dos de titularidad gallega, la PO-551 (20) y la PO-548 (18). En todo caso, lejos de las dos autopistas más peligrosas, la AP-7, desde Francia hasta Alicante, con 923 sucesos, y la A-7, desde Valencia a Algeciras, con 868, si bien en ambos casos se trata de vías con más de 500 kilómetros de longitud.

Dos de cada tres accidentes se producen en vías urbanas. Cada uno genera 1,4 víctimas, incluyendo a los heridos no hospitalizados, quienes representan el 93%. El 85% de las víctimas mortales fallece en las 24 horas siguientes al siniestro. La mayoría de siniestros ocurre en condiciones óptimas para la conducción.

La autovía sube en accidentes aunque menos graves

Como ya informó este diario, la autovía A-55 alcanzará con toda probabilidad este año un nuevo techo en cuanto al número de accidentes con y sin víctimas: lleva casi 300 hasta noviembre lo que supone prácticamente un promedio de uno al día y más heridos que el año anterior. Una estadística negra que confirma la peligrosidad absoluta de una de las carreteras con mayor siniestralidad de toda la red viaria estatal. Que seguirá en el pódium durante muchos años más, al no haber fecha ni estimación para su jubilación.

La Dirección General Tráfico ya maneja datos oficiales que confirman que en lo que va de año se han producido más accidentes en la A-55, aunque también destaca que han sido menos graves. Hasta el 6 de noviembre, y con relación al mismo período del año anterior, aumentó el número de accidentes con daños materiales mientras disminuyen muy ligeramente los accidentes con daños personales.