El nuevo PGOM de Vigo no será una réplica del anulado y no incluirá tanta vivienda

n n n La concejala de Urbanismo, María José Caride, mantuvo un encuentro en Círculo de Empresarios de Galicia donde señaló que el nuevo Plan General estará listo en un plazo de tres años (2022) y que en ningún caso será una réplica del PGOM de 2008, anulado en 2015 por los tribunales. Caride advirtió a los empresarios -y también arquitectos- de que entre otros aspectos, el nuevo documento tendrá que limitar la construcción de vivienda y no se podrá hacer un planteamiento de máximos, como sí en 2008, cuando se propuso un techo de 112.661 pisos a construir en un plazo de 20 años, de las que el 43 por ciento contaban con algún tipo de protección. Esa posibilidad, que siempre se planteó como un máximo en las mejores condiciones y no como una meta, estaba vinculada con que Vigo pudiera ganar 100.000 habitantes en 20 años, lo que no parece probable. La concejala de Urbanismo señaló que con las nuevas normas, entre ellas la Ley de Suelo aprobada en los últimos años, los ayuntamientos sólo pueden plantear suelo residencial en función de una suma de variables, entre ellas las previsiones demográficas -a la baja- y el número de viviendas vacías, que en el caso de esta ciudad es mínimo, según un contundente estudio de la Federación Inmobiliaria Gallega. Añadió que el Plan General 2022 no se contempla “para los próximos 200 años de Vigo” sino con un horizonte más concreto, quizá de 15 años próximos, y con objetivos viables. Entre ellos, ampliar el suelo industrial “que es una necesidad para captar empresas y que no se vayan fuera”. En cuanto a la política de vivienda, señaló que lo más importante es conseguir desarrollar un parque a buenos precios para atraer jóvenes y evitar que se vayan fuera de la ciudad a vivir.

En un ambiente distendido, la concejala de Urbanismo, que es el único alto cargo del Gobierno gallego del bipartito que mantiene un puesto institucional (era la conselleira de Política Territorial, responsable de validar los planes de urbanismo), indicó que pese a la inexistencia de un Plan General al día, hay varias alternativas para poder seguir adelante mientras se redacta el nuevo. En concreto señaló tres: la “Ley Vigo” de la Xunta, la modificación puntual del Plan de 1993 “de una ciudad que ya no existe”, y por fin la ordenación provisional, otra norma de la Administración gallega pensada para el caso vigués. n