Carácter vigués en el ballet ruso
Veinte alumnos de baile clásico compartirán escenario con profesionales en la Gran Gala de Tchaikovsky que se representará mañana en el teatro García Barbón
Quince niñas de 8 años y cinco de 11 subirán mañana al escenario para formar parte del cuerpo de baile en “El Cascanueces” en el teatro García Barbón. Compartirán los nervios del estreno con profesionales del Ballet Imperial Ruso, que está de gira por Galicia con la “Gran Gala de Tchaikovsky”, y que incluye además el acto blanco de “El Lago de los Cisnes” y la boda de “La Bella durmiente”. Ofrecen funciones en cuatro localidades y en cada una seleccionaron una escuela de danza para los extras infantiles, misión que en Vigo recayó en el Conservatorio Coppelia. “Tenían referencias nuestras porque ya nos eligieron en 2008 y en 2019”, apuntan desde el centro, donde ayer se sentía la excitación previa al estreno.
El grupo de los peques interpretará a los angelitos y los mayores, a los enanitos. “Lo que más complicado es conseguir que mantengan la formación, la sincronización y la concentración durante los tres minutos que están en el escenario”. Así, el profesor Rubén Ventoso realizó el último ensayo en la escuela, el próximo será ya el propio día de la función, en el teatro, junto a la compañía: “No se relacionan con los bailarines profesionales, sobre todo por el idioma, pero estoy encantado de poder ofrecerles una oportunidad así, que disfruten de las luces, que olfateen el teatro”. El día del estreno será muy especial, ya que además de actuar, usarán los camerinos y utilizarán el atrezzo y el vestuario oficial facilitado por Ballet Imperial.
Rubén, Diego, Teo y Daniela repiten experiencia, ya que formaron parte del grupo que debutó hace dos años. “Lo que más me gusta es que es la energía que se siente, los bailarines daban un poco de miedo por la fuerza con la que zapatean”, afirma Rubén. A los que se estrenan les cuesta reconocer los nervios. “Son muchas emociones a la vez”, confiesan. “Para dedicarse al mundo del baile hay tener sobre todo ganas y unas buenas condiciones físicas, aunque estas se trabajan; la ilusión y las ganas es lo que le pedimos a los niños”. Los de 8 años reciben clase una vez por semana, mientras los de 11 lo acuden a la academia tres veces, dos para ballet y un para contemporáneo. “El baile clásico es la base de todo”, dice Ventoso.
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