Paradoja histórica en Vigo: la natalidad en mínimos y la inmigración en máximos

Vigo ha alcanzado en el primer trimestre de 2021 una doble marca histórica: es el año con menos nacimientos -desde que hay registros válidos- y al mismo tiempo también el ejercicio con mayor número total de inmigración registrada, lo que permite al menos equilibrar cifras y que la ciudad se mantenga e incluso puede llegar a crecer algo. Las expectativas para el curso en marcha pasan por mantener la población cerca de los 300.000 habitantes, aunque sin llegar, compensando en parte el balance demográfico negativo (diferencia entre nacimientos y defunciones) con la llegada de extranjeros a residir y trabajar en la ciudad. A día de hoy (en la anotación municipal de marzo, en concreto) Vigo cuenta con 18.319 extranjeros empadronados, unos 500 más que el curso pasado (17.795 en enero de 2020). En cuanto a partos, la media es de apenas ocho al día.

El récord negativo

2020 fue el año con la más baja natalidad en Vigo, pero 2021 va camino de superar el récord negativo. Se ha podido constatar esta semana con un hecho llamativo: de forma extraordinaria han quedado libres plazas para las escuelas infantiles municipales. Hace apenas una década había entre dos y cuatro peticiones por cada plaza ofertada. Más datos: el INE ha constatado un total de 370 nacimientos durante el pasado mes de febrero en la suma de las dos áreas sanitarias de la provincia, las de Pontevedra y de Vigo. Supone el peor febrero de la serie histórica. En 2020 hubo 460 nacimientos y en 2016 eran 563.

El descenso resulta espectacular y confirma un retroceso del 18 por ciento en el acumulado del año, el primer trimestre, sobre 2020, que ya había sido un ejercicio muy negativo. En el Álvaro Cunqueiro, primera maternidad de Galicia por número de partos anuales, se registraron 223 nacimientos, frente a los 277 del año anterior. Es decir, que se ha pasado de 9,5 partos al día a apenas ocho. Más de uno menos en apenas un año. Había interés por conocer si el confinamiento habría podido tener algún impacto positivo sobre la maternidad pero lejos de ser así se ha llegado justo al lado contrario: nueve meses después del cierre de la actividad -entre marzo y mayo- los vigueses que se han animado a ser padres son todavía menos que en 2020.

El año pasado hubo 3.341 nacimientos en el Cunqueiro -el 85 o 90 por ciento de todos los de Vigo, el resto en la sanidad privada, cada vez con menor actividad en obstetricia- mientras en 2008 habían sido 4.715. Todavía en 2010 rondaban los 4.500. Y a partir de ahí, con altibajos pero con una tendencia cada vez más acentuada de descenso. Si 2021 finaliza como comenzó podrían descender de 3.000 los nacimientos al año, algo impensable en el último medio siglo y que abocaría a Vigo a una situación demográfica insólita.

Los latinoamericanos vuelven a ser la mayoría de los extranjeros

La otra cara de la moneda es la llegada de inmigrantes a Vigo, que se encuentra en su tope histórico. Según las cifras del Concello, habría en estos momentos asentados 18.169 extranjeros en enero (y 18.319 en marzo), superando así, aunque por poco, el récord de 2010 de algo más de 17.800 censados. La cifra más baja del siglo se dio en 2006, con poco más de 11.600. El incremento fue desde entonces progresivo hasta el tope de 2010 y a partir de ese momento, a la baja, pero manteniendo unas cifras elevadas. En 2018, de nuevo un bajón, con 14.542, y desde entonces, tres años consecutivos con ligeros incrementos, gracias sobre todo a la llegada masiva de Venezuela, escapando de desastre económico y social en que se ha convertido el país, en el pasado punto de llegada de cientos de miles de españoles, sobre todo gallegos y canarios. Ahora el viaje es en sentido contrario.

Por continentes, las Américas son mayoría. Cada vez con mayor claridad la inmigración en Vigo vuelve a ser un fenómeno latinoamericano, como ya ocurrió en el pasado hasta 2014, en que los europeos fueron mayoría entre los extranjeros, aunque la hegemonía duró poco, hasta 2017. Desde entonces, de nuevo los nuevos vigueses del otro lado del Atlántico conforman la mayoría, hasta el punto de ser casi el 60 por ciento del total. A día de hoy son 10.025, tras sumar 300 más en el último año. Las facilidades de integración culturales y de acceso a la residencia y nacionalidad están detrás de esta arribada masiva.

Detrás, los europeos, casi todos comunitarios por la proximidad y no necesitar permisos para trabajar como ciudadanos de la UE. Una pequeña mejora sobre 2020, pero sólo 5.572 en la actualidad, es decir 3.000 menos que en 2017.

La colonia africana se acerca a los 2.000 miembros, y entre ellos se dividen con claridad entre los procedentes del Magreb (Marruecos) y los subsaharianos. Mantiene una tendencia creciente, aunque de forma moderada. En 2007 eran 1.100 y ahora llegan a 1.882, con 100 más durante el último año.

Asia parece perder interés en Vigo, y la suma de todos los países del mayor continente no alcanza ni un millar, siendo de China la mayoría, más del 50 por ciento. No obstante, es una colonia estabilizada aunque va perdiendo miembros.