Una cafetería de Vigo, pionera en ofrecer tapas para los perros

Los humanos y los animales a veces comparten gustos similares. Disfrutar de un buen pincho en una terraza, desde luego, es uno de ellos. La cafetería Airiños, en la Rúa San Salvador, promueve el amor por los perros a través de la igualdad, ofreciendo pinchos con cada consumición tanto al cliente como a su fiel acompañante. El negocio, regentado por Álex y Harol Londoño, lleva con esta bonita iniciativa durante cinco años, desde que ellos se involucraron en el proyecto de restauración: “Somos una familia numerosa, siempre tuvimos animales en casa, y ahora tenemos hasta tres mascotas”, afirma Álex, que señala a su hermano como el “culpable” de que salga adelante la idea porque “es ver un perro y no se puede resistir, ya es costumbre. Hay veces que los perros ya lo buscan a él, porque saben que van a recibir algo de comer y se ponen contentos".

Álex asegura que “realmente tener ese detalle con el perro no cuesta nada”, procesando mucho amor hacia el canino que “si se ofrece pincho al cliente, también es lógico que le ofrezcamos algo al perro. Una salchicha, algo de pan…puede que tengan hambre”. Una iniciativa que Álex asegura que se debería realizar más a menudo porque “realmente no supone ningún coste para el negocio. Y la gente lo agradece muchísimo, porque ven a sus animales felices”. Antes de servir el manjar, es obligado preguntar al dueño por si la dieta del animal le prohíbe ingerir determinados alimentos.

Cinco años después de abrir el negocio y, de manera totalmente desinteresada, fruto del “amor que procesamos por los animales, hemos tenido ese sentimiento toda la vida”, asegura que algunos clientes ya se sienten obligados a parar en Airiños para disfrutar de una consumición porque “el animal ya los arrastra hacia nosotros, porque son muy listos y saben que allí van a tener comida y le vamos a dar mucho cariño”. Un gesto cariñoso cara un can que “merece el mismo trato que un ser humano. Ellos también sienten, tienen hambre o se ponen felices. Lo menos que podemos hacer es darle algo de comer”.

Vigo se convirtió en la ciudad de los perros tras la pandemia. Es la que más tiene en Galicia en números absolutos y también va escalando puestos en la clasificación en proporción a su población, con casi 46.000 canes censados. Ya disponen de playas reservadas, zonas acotadas en los parques municipales y cada vez más tiendas especializadas en belleza y alimentación.