El botellón de verano aterriza 'pisando fuerte' en Baiona
Las primeras consecuencias de la juerga nocturna llegan con una semana de retraso cebándose con el mobiliario urbano y patrimonio municipal
El primer fin de semana de botellón de la temporada de verano llega a Baiona con una semana de retraso aunque con las mismas consecuencias que en años anteriores. La noche de juerga vivida el pasado sábado dejó tras de sí un reguero de incidencias en diferentes puntos de la localidad que se saldaron con roturas de lavabos en baños públicos y destrozos de masas vegetales en viales y zonas verdes, pero también montañas de residuos en puntos clave como el espacio del monumento al “Encuentro entre dos Mundos”, también conocido como la “Pirámide”, situado en la zona alta del parque de A Palma.
Aquí, los operarios municipales tuvieron que lidiar con una estampa penosa: decenas de bolsas, botellas, tetra bricks y vasos de plástico esparcidos a lo largo y ancho de este enclave les obligó a trabajar a destajo durante las primeras horas del domingo para devolver todo a su estado habitual. La ‘festa rachada’ no solo se limitó a la zona de la muralla de Monte Boi, decenas de árboles a lo largo de avenida Elduayen aparecieron literalmente arrancados de sus emplazamientos, y aunque desde la jefatura de la Policía Local achacan estos hechos a un comportamiento aislado, los destrozos fueron considerables. De hecho, confirmaron que agentes de los tres turnos del sábado acudieron a varios requerimientos. Pese a todo, esperan una reunión con las autoridades municipales a fin de establecer un operativo de disuasión y control para frenar este tipo de comportamientos ante la previsión de que el fenómeno del botellón vaya en aumento a medida que siga avanzando el verano. De cualquier modo, las actuaciones deberán de ponerse en práctica en colaboración con la Guardia Civil.
Según explicaron, los indicios apuntan a una ‘mala borrachera’ de uno o un grupo de individuos que fueron rompiendo todo a su paso de madrugada al final de la jornada nocturna, también pagaron las consecuencias varias señalizaciones del casco urbano, además de cajas eléctricas ddel alumbrado público de la zona de Sabarís.
El alcalde Carlos Gómez, por su parte, envió un comunicado a medios condenando lo sucedido y recordó que este tipo de actuaciones afectan tanto a vecinos como visitantes. “Este tipo de incidentes además de generar destrozos, suponen un gasto económico y afectan al disfrute de los espacios públicos”, remata.
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