El bosque del Parador se salva de su desaparición total
val miñor
Finalmente solo se cortará un tercio de superficie arbolada afectada por procesionaria
nnn Un giro de última hora salvó de la tala a dos terceras partes del bosque centenario ubicado en el recinto que alberga al Parador Conde de Gondomar en Baiona, que en total ronda las dos hectáreas. Pese a seguir afectada por una plaga de procesionaria, la zona arbolada compuesta mayoritariamente por pino no desaparecerá por completo tal y como anunciaron a mediados de mayo.
Por el momento las actuaciones, iniciadas la semana pasada, se centrarán en la eliminación del centenar de ejemplares más afectados concentrados en la cara orientada hacia la playa de Frades, al ser la más expuesta a las erosiones externas y posteriormente comenzarán con las tareas preventivas para acabar con la invasión del lepidóptero. Unas intervenciones que se desarrollarán a lo largo de los próximos dos años y que supondrán un desembolso a Paradores de Turismo de más de 40.000 euros.
El director del ubicado en Monte Boi, Francisco Plaza, explicó Atlántico que los cambios adoptados responden a la posibilidad de conservar una de las identidades de la localidad miñorana aunque tampoco descartan que en un futuro la masa arbórea tenga que ser cortada por completo. "Pese a que esta decisión nos va a acarrear un mayor gasto económico es una manera de conservar uno de los iconos del municipio, al menos por ahora", explicó Plaza. Asimismo desde la cadena adelantaron que la repoblación por especies autóctonas quedará aparcada a la espera de que el paso del tiempo requiera llevar a cabo actuaciones más invasivas. "Al trabajar sobre una zona muy localizada, la corona peninsular no quedará tan expuesta a las inclemencias como teníamos previsto con lo que la plantación de especies autóctonas se hará más adelante", aclaró
Los trabajos de corte de los pinos están prácticamente finalizados, mientras que los relativos a protección y prevención comenzarán para la próxima semana. Aquí se llevarán a cabo de dos maneras, por un lado instalarán unos anillos en la parte alta de los troncos que formarán una barrera física ante la bajada de la larva a través del mismo, quedando depositadas en unas bolsas contenedoras que serán retiradas una vez llenas. La otra modalidad consiste en inyectar una sustancia en la base del árbol creando un pequeño depósito en su interior, que al ser absorbida por la madera extenderá el líquido por todo su sistema vascular acabando con la plaga.
Los trabajos que inicialmente iban a comenzar en Semana Santa fueron pospuestos seis meses al prever una menor afluencia de clientela al complejo. La madera resultante de las talas será empleada para elaborar derivados y pasta ya que la elevada edad de los pinos existentes triplican en algunos la edad óptima de corte, estimada en 35 años, y aquí algunos de los superan los 100. n
Contenido patrocinado
También te puede interesar