Boqueixón llora la muerte de Ana

Familiares, amigos y vecinos despidieron ayer domingo por la tarde en Boqueixón, cerca de Santiago, a la joven de 25 años asesinada en la madrugada del sábado en el portal del edificio en el que residía en la avenida de Madrid, tras regresar de una cena de empresa.

Los restos de la joven fueron trasladados desde el hospital Nicolás Peña, donde le fue practicada la autopsia, hasta la capilla del tanatorio de Boisaca, donde a lo largo de toda la jornada de ayer se vivieron momentos de profundo dolor por parte de amigos y familiares. A las 17,15 horas tuvo una misa en su memoria. Lágrimas, rostros compungidos y rabia contenida se pudieron ver en esta misa donde al final hubo un sonoro aplauso con el que intentaron, en un gesto simbólico, arropar y dar calor a esta muchacha de 25 años que recién estrenaba su primer empleo, en una filial de Citroën en O Porriño, y también un vehículo. Acto seguido, el cuerpo fue trasladado al cementerio de la parroquia de Gastrar, en el término municipal de Boqueixón, en donde la ingeniera de 25 años fue enterrada en medio de escenas de dolor en el que era el segundo día de luto oficial por su muerte. La capilla se quedó pequeña para el aforo, pese a sus dimensiones, tanto que incluso había casi más gente fuera que dentro. Para el entierro se desplazaron hasta el cementerio decenas de autobuses, entre ellos el del CSD Arzúa, puesto que su hermano jugaba en ese equipo. Ana acabó este año sus estudios de Ingeniería Industrial en Vigo, era una apasionada del deporte, y todos aquellos que la conocían la definen como afable, cariñosa y divertida. Hoy tendrá lugar una concentración de repulsa por la muerte violenta de la joven, después de que el alcalde, Manuel Fernández Munín, firmase el pasado sábado un decreto de Alcaldía condenando y lamentando su asesinato. En concreto, esta concentración tendrá lugar partir de a las 11 horas ante el Concello.