Bembrive y el parque botánico con tesoro

vigo

Bajo el nombre Arco da Vella, la Entidad Menor presentó ayer seis hectáreas de monte autóctono puesto en valor, organizado en siete apartados cromáticos y con el río Eifonso como joya central

a.baena. ViGO abaena@atlantico.net

Publicado: 27 dic 2015 - 04:00 Actualizado: 28 dic 2015 - 02:16

Los vecinos de Bembrive inauguraron ayer el parque forestal Arco da Vella, seis hectáreas en los montes de San Cibrán, que coinciden con la parte alta del sendero del río Eifonso.
Los vecinos de Bembrive inauguraron ayer el parque forestal Arco da Vella, seis hectáreas en los montes de San Cibrán, que coinciden con la parte alta del sendero del río Eifonso.

"La mayoría de los parques botánicos exponen especies exóticas, Arco da Vella es el único que solo incluye ejemplares autóctonos". Así, la responsable de Medio Ambiente de la Entidad Menor de Bembrive, Araceli Abalde, presentó ayer las seis hectáreas en el monte de San Cibrán que conforman la nueva dotación forestal. Con un itinerario circular que comienza en Os Ramallos, comparte el primer tramo con el sendero fluvial del río Eifonso, aunque no se conciba como un itinerario de paso, tal y como explicó Miguel Fernández, botánico de Ecoplanin: "Está concebido como un espacio abierto, pero también hay zonas a conservar de acceso restringido; el monte requiere otro ritmo diferente que los senderos, más calmado".

Haciendo honor a su nombre, el parque se organiza a través de los colores del arco iris con 180 balizas informativas a lo largo de todo el recorrido y dos mesas de texto. Como en todas las leyendas del arco iris (arco da vella en gallego), al final del camino se encuentra un tesoro, que en este caso identifican con el río Eifonso. Por el momento están catalogadas cerca de un centenar de árboles y arbustos. Clasificados con el color rojo, están agrupados por robledales, bosques de ribera con alisos, avellanales, grupos de fresnos o abedules regenerados de frondosas en antiguos campos de cultivo. Junto a la información sobre los árboles se incluyen datos de los arbustos (color naranja) y de la hierbas (color amarillo) que aparecen en las distintas zonas del bosque. Entre la fauna (color verde), por interés biológico, destacan los anfibios como la rana patilarga y la salamandra rabilarga, dos especies endémicas del noroeste penínsular. Sin embargo, los animales más vistosos que habitan la zona son los jabalíes, aunque según los responsables del parque, "huyen de las personas y no suponen ningún peligro". El agua (color azul) está presente en todo el recorrido a través del sonido de los saltos del río, principalmente la cascada (fervenza da Bouza Fría).

Los otros dos colores, el malva y el azul marino, se relacionan con el arte y el patrimonio. Dos aspectos que se irán incorporando con la implicación de los vecinos, los alumnos de las escuelas de la parroquia y los propios usuarios del parque. Así, desde la Entidad Menor se prevé organizar concurso y talleres de creatividad realizados in situ, además de invitar a los residentes a completar el conocimiento popular de las plantas. Se implicará a los escolares en la repoblación con especies autóctonas. El proyecto, iniciado en verano, supuso una inversión de 32.620 euros. El inventario de especies estará disponible en breve en www.bembrive.org.

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