Beade reivindica a sus abuelas como referentes femeninos

“Fue la primera vez que me vi en una situación así, delante de una cámara, pero me gustó la experiencia y poder compartirla con mis nietos”. Isabel Fernández, de 72 años, es la abuela de Ainara y León con los que posó para fotografía de la muestra “Sorrisas heredadas”, que el CEIP Coutada inauguró ayer en el centro vecinal de Beade. “Los niños dan mucha guerra, pero son vida, se quedan mucho conmigo y lo agradezco”. “Avoa Isabel”, como la denominan en la imagen, es una de las 64 mujeres que participaron en la iniciativa, que movilizó a más del 95% de la comunidad escolar del centro. 

“Al pensar qué hacer para esta fecha y en las mujeres trabajadoras, nos vinieron a la cabeza las abuelas, son un pilar esencial en la vida del colegio y queríamos plasmar nuestra gratitud”, afirmó la directora del CEIP, Susana Loureiro.

La fotógrafa Bea Durán Ferreira fue la encargada de darle forma. Con unas Vespas prestadas a modo de atrezo, realizó los retratos colectivos en blanco y negro. “Fue un proceso muy natural, algunas más atrevidas que otras, incluso con miedo, pero todas con muchas ganas de hacerlo y con los nietos pendientes de ellas en todo momento”. Subidas a la moto, de pie junto a ella, compartiendo montura o con el casco puesto, dejan traslucir una gran complicidad entre ambas generaciones. “El título hace referencia a la sonrisa de nuestros mayores, principalmente al de ellas, es nuestra herencia”, señala la autora.

“Quiero que venga mi abuela para verse en la foto”. La pequeña Paula no podía ocultar su nerviosismo en la inauguración en la que poco a poco se acercaban las protagonistas. Elena Vila, de 70 años, aparece con Xandre y Erea. “Dan mucho trabajo, pero es una satisfacción tenerlos conmigo. Los voy a buscar todos los días a la escuela y comen en casa, luego los llevo a las actividades, es mejor que con los hijos, porque con ellos no podía jugar, tenía que trabajar”. “A los niños les hace mucha más ilusión cuando vienen a buscarla las abuelas, tienen una conexión especial”, apunta Loureiro. La exposición permanecerá unos días en el centro vecinal, para trasladarse después a la escuela hasta final de curso, en que se regalarán las fotografías a las modelos.