Un basurero en pleno centro
A Seara reúne en metros un vertedero incontrolado frente a un parque infantil y una calle imposible para el tráfico
En A Seara, frente a varios bloques de viviendas y el parque infantil, ha surgido un auténtico basurero que amenaza la salud de los miles de residentes del entorno. Ya se han presentado denuncias advirtiendo sobre este vertedero urbano. Además, vecinos de la zona también reclaman que se reponga la calzada tras las obras realizadas de instalación de una canalización.
Vecinos del entorno de A Seara se dirigieron a este diario para advertir sobre el basurero urbano situado entre los bloques de viviendas de la zona y reclamar una actuación urgente del Concello. Por su ubicación, se puede considerar el vertedero más céntrico de todo Vigo, paradójicamente una ciudad donde hace más de 13 años que se cerró el último depósito de residuos urbanos. Según señalaron vecinos, se trata de un terreno de titularidad privada que durante años estuvo cubierto por la maleza, de forma que estaba disfrazado. Recientemente, y sin que nadie se haya responsabilizado de la actuación, fue retirada la capa vegetal, quedando al descubierto una montaña-estercolero situado frente a un parque infantil muy frecuentado y una cancha de baloncesto donde juegan niños y jóvenes. Todos ellos quedan expuestos al contenido del basurero de A Seara, producto de años de abandono y acumulación de residuos y desperdicios.
Con todo, también los propietarios de perros han alzado la voz muy preocupados por el posible envenenamiento de sus animales, que a menudo excarvan en la montaña, ahora con toda la basura acu mulada de años al descubierto. Es un auténtico foco de enfermedades y parece que el ayuntamiento no se da por aludido, explicó a este diario un representante vecinal convencido de que A Seara es una zona olvidada.
Y más obras
Otra prueba de ello sería la situación del parque infantil, donde algunos de los columpios están deteriorados desde hace meses y no han sido sustituidos y, sobre todo, el camino, convertido en una tortura para coches y peatones.
Después de semanas de obras para la instalación de una canalización central, la calzada se encuentra en estado pésimo, casi imposible para la circulación de vehículos, pese a tratarse de una vía muy utilizada para desplazamientos desde López Mora y Camelias hasta Tomás Alonso y Beiramar.
Pese a ello, el tramo final, entre Arquitecto Pérez Bellas y Tomás Alonso, frente al colegio San Miguel, está impracticable, con socavones que amenazan las ruedas de los vehículos. Al parecer, nuevos trabajos obligarán este mismo mes a abrir una vez más el Camiño da Seara, lo que exigirá más cortes de tráfico en la castigada vía.
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