“es básico saber reírme de mí mismo o no habrá nada que me permita hacerlo de los demás”

Berto Romero regresa a Vigo con un nuevo espectáculo bajo el brazo, “Sigue con nosotros”. Lo presentará este sábado en el teatro García Barbón. En julio se cumplió un año de su última intervención en la ciudad, cuando colgó el cartel de no hay entradas, como artista invitado del 25 aniversario de Atlántico Diario.

Pasaron 14 meses desde su último bolo en la ciudad, ¿existe buena conexión con el público vigués?

La actuación del año pasado me dejó un buen sabor de boca, como siempre que voy a Galicia. Es de los sitios donde más lleno (algo que también reconoce fuera).

¿Por qué advierte que sigue aquí en su actual espectáculo?

Es un mensaje un poco raro. Puede tener muchos significados, al tiempo que es una afirmación vacía de contenidos. No se refiere a nada en concreto. Adapto los temas a mi nueva situación, porque ahora Berto Romero no tiene nada que ver con el de hace diez años. La primera vez que escuché “sigue con nosotros” fue en el programa “Operación Triunfo”; se lo decían a los chicos que salvaba el jurado. ¡Qué tontería! Si a los pocos días los iban a echar. Por último, cuadraba con mi “desaparición de la tele”. Cuando alguien deja de salir por la gran pantalla parece que ha muerto. Pues no, “Berto sigue con nosotros”.

Este show sirve como bálsamo por entrar en la cuarentena. ¿Es la crisis de los 40 o la celebración por una nueva etapa en su vida?

En mi caso es más una celebración, aunque debo puntualizar que aún no estoy en los 40, tengo 39 años. No creo en la crisis, porque las cosas no cambian drásticamente en dos o cinco años. Pero me gusta jugar con los tópicos, con esa idea de dejar de ser un niño.

En sus monólogos suele combinar la ficción con su vida personal. ¿Es una fórmula que funciona?

Siempre lo hago, porque si se no se habla de uno mismo, de qué vamos a hablar. Cuento mi propia experiencia en clave de comedia. Me invento cosas, abordo temas importantes para mí como la paternidad, la salud... tratados con ligereza y en tono de comedia, incluso aspectos que me hacen gracia a nivel personal como la sodomía. Hago como si comentase en alto mis pensamientos para que la gente crea que improviso, aunque en realidad lo tengo muy preparado.

¿Y su nariz? ¿También será tema de análisis esta vez?

Se ha convertido en un emblema. Antes lo mencionaba como de pasada, pero creo que lo mejor para evitar que hablen de ella es enfrentarse. En este espectáculo hasta le dedico un hip hop.

¿El humor comienza por uno?

Es básico saber reírme de mí mismo, de lo contrario no hay nada que me permita hacerlo de los demás. Es un ejercicio muy sano.n