El AVE Vigo-Ourense lleva dos años sin avances y es el más retrasado de Galicia

La nueva línea ferroviaria entre Vigo y Ourense constituye una de las conexiones básicas del futuro mapa de alta velocidad en Galicia. No obstante, a pesar de esta condición, las sucesivas demoras que acumula su tramitación motivan que siga siendo el más retrasado de los tramos gallegos. Y lo seguirá siendo a tenor de los recientes Presupuestos del Estado donde sólo hay un millón de euros para el próximo año. Precisamente el pasado 21 de septiembre se cumplieron dos años desde el último trámite realizado en la conexión, la publicación del estudio informativo (iniciado en 2004), que constituye el primer paso que hay que dar en la planificación de una línea ferroviaria. No obstante, este proyecto ya acumulaba un gran retraso, porque inicialmente se había proyectado la renovación del trazado actual que sigue el curso del Miño, y que tiene una longitud de 131 kilómetros. La demanda social llevó al Ministerio de Fomento a plantear un cambio de trazado con el fin de recortar la distancia, la conocida como ‘variante de Cerdedo’, que deja la distancia entre Ourense y Vigo en torno a los 110 kilómetros. Desde la publicación del estudio informativo el 21 de septiembre de 2007, no se ha publicado todavía la declaración de impacto ambiental, un trámite que debería resolverse en el plazo de un año. Según el Ministerio de Medio Ambiente, actualmente se están realizando peticiones de información complementaria a diversos organismos implicados para poder otorgar este permiso (de hecho, la última consulta todavía fue iniciada el pasado 18 de septiembre). Esto impide que se puedan contratar los proyectos e iniciar las obras (que, teniendo en cuenta la duración de estas fases en otros tramos gallegos de similar orografía, como el de Ourense-Santiago, tardarían al menos cinco años). En el Ministerio de Medio Ambiente no fueron capaces de dar una fecha para la publicación de la Declaración de Impacto, pese a que la ministra Elena Espinosa ha asegurado en varias ocasiones que sería ‘inminente’. El ministro Blanco asegura que con la DIA licitará proyecto y obra del tramo que, según el nuevo calendario, tendría que estar en 2015.

Blanco mantiene que hará falta capital privado y que los vigueses irán a Madrid por Santiago

El ministro de Fomento, José Blanco, se comprometió la semana pasada– en su última reunión con políticos y empresarios vigueses en el Club Financiero– a acelerar este tramo, asegurando que, una vez que obtenga la declaración de impacto ambiental, agilizará la tramitación contratando conjuntamente proyecto y obra. Este procedimiento ya fue empleado en la línea Ourense-Santiago. Asimismo, José Blanco aseguró también que el tramo combinará la financiación pública y privada para obtener los 1.456 millones de euros en los que está presupuestado este tramo. Unos días más tarde, se ha visto en el documento presupuestario que no ha sido así: un millón de euros no da siquiera para contratar el proyecto, y en cuanto a la financiación privada, nada se sabe por el momento del interés de empresas por embarcarse en una financiación multimillonaria. En todo caso, el ministro aseguró que Vigo tendrá alta velocidad en 2-, aunque para entonces no estará concluida ni la conexión Ourense-Lubián y la de Ourense Vigo. La solución pasaría por el empleo de trenes híbridos, que pueden circular por vías de ancho convencional o de alta velocidad, estén electrificadas o no, que, según el ministro, se estrenarán en Galicia ese mismo año. Asimismo, en Santiago se está construyendo un ‘by-pass’ entre la línea Ourense Santiago y el Eje Atlántico, que permitirá conectar ambas vías sin tener que entrar en la estación compostelana y agilizar los viajes. Por tanto, ya es oficial: los vigueses tendrán que pasar por Santiago para ir a Madrid, algo que este diario viene advirtiendo hace años.

Descartadas otras opciones pese a contar con un trazado más recto

La variante de Cerdedo no supone el trazado más directo entre ambas ciudaes, ya que una línae recta entre Ourense y Vigo no alcanzaría los 90 kilómetros. De hecho, existe una propuesta que demanda la construcción de este trazado, que también recortaría la duración del viaje y tendría un impacto ambiental similar de la anterior, a través de Mondariz y el valle del Tea. Sin embargo, su acogida entre los colectivos empresariales y políticos vigueses ha sido limitada: defienden la llegada de la alta velocidad cuanto antes, sin más demoras por nuevos cambios de tramitación.