La autovía, trampa de coches sin necesidad de lluvia y niebla en Vigo

La historia interminable, o si se quiere, la imagen repetida hasta el aburrimiento. O lo que es lo mismo, el enésimo accidente en la A-55, una colisión de escasa gravedad de “chapa y pintura", que dejó como huella un atasco interminable. Esta vez el punto fue poco después de la confluencia con la A-52, en dirección hacia Vigo desde Porriño, poco antes de los radares. En concreto, era el punto kilométrico 13, con un alcance múltiple en el que se vieron involucrados al menos cinco vehículos por la mañana. Suficiente para acumular en cuestión de minutos a los miles de coches que llegaban desde Ourense con los que iban en dirección a Vigo desde Tui y Portugal.

Un caos, el habitual, el de siempre, y esta vez sin que se pudiera culpar a la lluvia y la niebla, habituales en esa zona, ni tampoco a que fuera un día festivo con mayor volumen de tráfico. El pasado 2 de agosto fueron dos horas de atasco entre Porriño y las curvas de Tameiga, de nuevo sin daños de consideración, en este caso presidido por las malas condiciones de visibilidad debido a la lluvia y la niebla. Durante el pasado año, según los datos de la Subdelegación del Gobierno recogidos en Tráfico, se produjeron un total de 98 accidentes con víctimas (son los únicos que se registran, hay cientos más solo con daños materiales) que dejaron 174 víctimas, de ellas 171 heridos leves y tres graves, y ninguna mortal. Es un dato peor que los dos ejercicios anteriores en que hubo 157 y 111 víctimas, aunque con dos fallecidos en el tramo más allá de Porriño, pero hay que tener en cuenta la caída en picado del tráfico en la A-55, como en el resto de vías, por efecto de la pandemia y las medidas restrictivas impuestas durante meses.

El Concello de Mos reclama que el Gobierno deje sin peaje la autopista entre Puxeiros y Porriño en tanto no se construye otra nueva autovía en túnel. También la Xunta apoya esta propuesta.