La autovía A-55 baja velocidad con más tramos a 60 por hora

La A-55 es formalmente una autovía, pero solo en apenas unos kilómetros se puede circular a 120 por hora, mientras que la mayoría del trazado entre Vigo y Porriño está limitado a 80. E incluso a menos, en el tramo que sigue al pórtico de la bajada de Puxeiros en Mos, donde se fijan 60 por hora, justo desde el radar fijo, uno de los que más multa en España, aunque en el último control ha reducido algo su capacidad sancionadora.

Ahora, Tráfico ha decidido extender esta velocidad, la mínima legal para una autopista, en sentido Porriño durante otro kilómetro más, desde el punto 9 hasta aproximadamente el 11, en el municipio de Mos. Es decir, toda la bajada en curvas, ya con señalización instalada, de momento en amarillo, provisional.

Y es probable que esta medida vaya acompañada de más vigilancia sobre la velocidad, difícil de mantener a solo 60 por hora en un tramo en descenso de dos kilómetros. Pero así va a ser. Tráfico ya había advertido en verano que se realizarán vigilancias con radares móviles en los tramos en obra con velocidad limitada. Y este es uno de ellos.

En el resto de la A-55 seguirán los cinemómetros fijos, cinco en total, todos activados para sancionar por exceso de velocidad. Otro más, de momento, solo examina los coches para comprobar que llevan ITV pasada y seguro obligatorio en orden. Y en la A-52 acaba de colocar la DGT uno más, este cerca del entronque con la A-55.

Es la zona de la red estatal de carreteras más densamente vigilada con el propósito expreso de reducir la accidentalidad por exceso de velocidad.