El ascensor Halo tendrá energía limpia: menos CO2 gracias a sus aerogeneradores
El ascensor que conectará García Barbón con Vialia cuenta con dos aerogeneradores de cuatro metros de alto que proporcionarán electricidad a toda la infraestructura
El Halo, que conectará peatonalmente el entorno de García Barbón con el de Vialia, ultima los detalles para su puesta en marcha. Uno de los últimos elementos que se instalaron en la estructura que sobrevuela la AP-9 son los grandes aerogeneradores que proveerán de energía eléctrica limpia a este gran ascensor.
Ambos se encuentran situados sobre los dos pilares que sostienen cada brazo de la pasarela. Con sus 4 metros de altura, no pasan desapercibidos. Disponen de 4 kilowatios de potencia cada uno y cuentan con un eje vertical, es decir, perpendicular a la horizontal de la autopista y, por tanto, a la dirección del viento. Desde el Concello señalan que se trata de elementos de bajo mantenimiento y funcionamiento seguro, sin vibraciones ni peligro para las aves por su tamaño. Por su forma de funcionamiento, se autolimita la velocidad de giro, por lo que se elimina el ruido y el peligro de fallo en caso de vientos muy fuertes. En cualquier caso, disponen de un sistema de seguridad y freno de emergencia ante cualquier funcionamiento anómalo.
La energía producida en cada momento por estos dos aerogeneradores será la encargada de alimentar tanto los propios ascensores, con capacidad para 17 personas, como el sistema de iluminación del Halo permitiendo el funcionamiento de forma ecológica de esta nueva infraestructura. El programa Vigo Vertical busca facilitar la movilidad a pie, reducir el uso del vehículo privado y, por tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero.
Según las estimaciones del Concello, en el punto de ubicación de los aerogeneradores, existe una velocidad media anual de viento de entre 4 y 5 metros por segundo, con preponderancia de los vientos del oeste y el sur. Así, la generación anual prevista de los dos aerogeneradores es de 6.136 kilowatios, lo que supondría evitar las emisiones de un total de 3.196 kilos de CO2 a la atmósfera. Unos valores que se verán incrementados de forma exponencial si el viento aumenta. Si la velocidad media sube hasta los 6 metros por segundo, se generarían más de 9.000 kilowatios. En el caso de que llegue a haber un exceso de producción, la energía generada por los sistemas eólicos se compensará a final de mes con la consumida de otros contratos.
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