Asaltan al cura de Domaio y le atacan con una bombona de butano para robarle
MORRAZO
La Guardia Civil busca a cuatro hombres extranjeros. En la zona se ha registrado una ola de robos y los comerciantes se avisan por WhatsApp si ven algo sospechoso
La Guardia Civil busca a cuatro hombres como presuntos autores del asalto al párroco de Domaio, al que ataron y amenazaron de muerte para robarle algún dinero que estaba encima de una mesa y el móvil. Este robo se suma a los registrados en el último mes en los municipios de Moaña y Vilaboa, donde los comerciantes han llegado a crear un grupo de WathsApp para avisarse y vigilar sus negocios. Una de las afectadas, a la que vaciaron una tienda de ropa infantil el martes de esta semana aseguraba que "ya no sabemos si hay que domir en el negocio y ahora con esto del párroco, tienes el miedo metido en el cuerpo".
El asalto a la casa rectoral de Domaio se produjo pasada la media noche del jueves, cuando el sacerdote se encontraba ya acostado. La vivienda se encuentra junto a la carretera PO-551 y a escasos metros de la iglesia, en una zona aislada y sin vecinos, por lo que los cuatro asaltantes no fueron vistos. Las primeras investigaciones apuntan a que los desconocidos entraron por la puerta lateral de la casa, que estaba entreabierta cuando llegó la Guardia Civil, y después de revolver la casa se dirigieron al dormitorio donde se encontraba el párroco. El sacerdote se despertó con los desconocidos alumbrándole con linternas en la cara y amenazándoles con que le tiraban encima una bombona de butano si no les decía dónde estaba el dinero, golpeándole con la botella en la espalda y la cara.
Los ladrones se llevaron consigo alguna cantidad de dinero que encontraron en la casa y abandonaron el lugar dejando al cura atado a la cama y amordazado. Los cuatro desconocidos, que actuaron con las caras destapadas, huyeron del lugar como llegaron, sin que nadie viera nada.
El sacerdote, Samuel Aristizabal, que apenas lleva un año al frente de la iglesia de San Pedro, logró al cabo de un tiempo librarse de las ataduras y salir en busca de ayuda, para lo que tuvo que recorrer casi medio kilómetro hasta la casa de una vecina. El hombre presentaba varios golpes y la cara completamente ensangrentada, ya que le rompieron la mandíbula por varios sitios, por lo que fue trasladado consciente a un centro sanitario de Vigo, donde quedó ingresado.
Este no es el primer robo que se registra en las últimas semanas en los municipios de Moaña y Vialboa, donde los vecinos aseguran que "se ha perdido la calma que siempre hubo", Uno de los comercios asaltados fue una tienda de ropa infantil que los ladrones prácticamente que vaciaron. Cándida, su propietaria, explica todavía con rabia cómo allegar el martes al trabajo se encontró la puerta reventada y la tienda vacía. "Es la primera vez que me pasa algo así en quince años. Se llevaron todo lo que estaba en los burros de ropa, trajes de bautizo, la ropa que me hacen a mano, todo. Ha sido terrible", comenta. Como ella, otros establecimientos del centro de la villa han sufrido la visita de los ladrones, lo que ha llevado a algunos comerciantes y hosteleros a crear un grupo de WhatsApp "para avisarnos cuando vemos algo raro. Ya sólo nos falta quedarnos a dormir en el local", asegura. n
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