METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
vigo
Poco queda del naufragio del buque británico “HMS Jupiter”, hundido en el bajo de Carrumeiro, en las Cíes, salvo su munición, que fue hallada en 2007 por el arqueólogo Miguel San Claudio. Del pecio, poco o nada, porque el buque naufragó en 1808 y en estos 213 años sus restos han ido desapareciendo por el paso del tiempo y la expoliación de lo que podía resultar útil. La sorpresa llegó esta semana en el Parque Nacional cuando una bajamar espectacular dejó a la vista tres balas de cañón en la playa de Nosa Señora, una de las pequeñas calas de la isla principal. Es un fenómeno relativamente conocido, ya que cada cierto tiempo las corrientes mueven la arena y las dejan al aire, aunque rara vez como en esta ocasión, donde pudieron ser fotografiadas como los últimos restos visibles del “Jupiter”.
El hallazgo se produjo realizando labores de vigilancia. El informe técnico las describe de forma somera: son tres bolas de hierro del tamaño aproximado de un balón de fútbol, oxidadas y soldadas a la piedra, confundiéndose cada vez más.
El Parque Nacional destaca en el documento el hecho de que cada cierto tiempo pueden verse y en todas las ocasiones son oportunidades para poder comprobar “que el pasado está en las islas, formando parte de la historia”.
El arqueólogo San Claudio describía en 2007 el hallazgo destacando que el Bajo Carrumeiro -una zona donde hay rocas cerca de la línea de navegación- es el más famoso de los peligros situados en torno a la isla de San Martín por haber causado la pérdida del buque de línea británico "HMS Júpiter" en 1808, cerca del Cabo Vicos, en la punta más lejana de la Isla Sur. Un promontorio vinculado directamente con la historia de Vigo e incluso con su propio nombre, según señala el investigador César Crespán.
En todo caso, la localización del naufragio del “Jupiter” dentro de una campaña promovida por la Xunta no aportó gran cosa desde el punto de vista de la arqueología vista ya que sólo se pudo recuperar parte de su munición. El resto, reconocía Miguel San Claudio, había desaparecido. Este navío era una auténtica fortaleza naval: contaba con cincuenta cañones en línea y había sido botado en 1778, siendo el primero de su nombre en la Royal Navy.
En la misma expedición de hace ya 14 años se buscaron los restos del galeón supuestamente hundido cuando era remolcado tras la Batalla de Rande, y que durante años se identificó con el legendario “Santo Cristo de Maracaibo”. Ahora se sabe que en efecto, cerca de Cíes se hundió un buque de guerra español, el 5 de noviembre del año 1702, pero sería el “Nuestra Señora de los Remedios”. Su localización continúa siendo un misterio, aunque siempre se ha apuntado a que estaría en una zona muy profunda, que exigiría unos medios espectaculares para su rescate. Los cazatesoros profesionales estiman que este navío, perteneciente a la Flota de Indias, contiene todavía plata y otras mercancías de la época.
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