Los armadores de Vigo operan cambios logísticos para evitar atascos
LA CRISIS DE LOS CONTENEDORES
Advierten de que finalmente habrá un incremento de los precios de los productos del mar que asumirán los consumidores salvo que haya un IVA súper reducido
En el ámbito de la industria vinculada al sector marítimo, Javier Touza, el presidente de la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI), reconoce el problema de la falta de contenedores, y su elevado precio, y precisa las soluciones puestas en marcha. En concreto, en el caso del caladero de calamares de Malvinas, que gestionan entre los armadores vigueses y los de Marín, con 65.000 toneladas por campaña, el impacto está resuelto con el uso de buques mercantes, que se unen a los propios congeladores de altura que transportan al puerto vigués miles de toneladas en sus bodegas. A día de hoy, según señala Touza, en torno al 80 por ciento de la mercancía que llega es a través de “reefer” -buques mercantes de menor tamaño especializados en carga congelada- que hacen directos el recorrido Malvinas-Vigo sin contenedores, y el resto con los pesqueros de gran altura. Pero otros destinos donde la flota viguesa tiene intereses, como Namibia o Argentina, con langostinos y merluza, la mayor parte del tráfico se realiza por contenedor y ahí no hay apenas alternativas.
“Ahí sí hay cuellos de botella, que no es solo de coste, sino de falta de contenedores", señala Javier Touza. Explica que en el caso de los armadores se encuentran con un problema añadido: “A menudo tenemos programado una carga que te van a transportar en una fecha y te la cambian o anulan, así que nos encontramos con incertidumbre total y falta de rigor en las reservas”, explica. En este panorama, reconoce que cada vez más hay empresas que se están pasando a contratar la mercancía a través de buques mercantes. “Se está produciendo ciertos cambios logísticos para evitar los cuellos de botella”.
Los armadores hacen cálculos sobre lo que está suponiendo esta crisis mundial con los contenedores: “La media es un incremento por los contenedores de un 300 por ciento más desde hace unos meses. A eso hay que sumar la subida de gasóleo en un año un 104 por ciento, el coste energético por el pescado congelado, el frigorífico y el cartón y el plástico que también están al alza, y esos son los costes con los que jugamos”, indica Touza. “De momento entre las productoras y grandes cadenas de distribución estamos embalsamando esa subida de costes, pero tendrá impacto sobre el consumidor en ese sobrecostes, y como conclusión más inflación”, zanja.
Javier Touza explica que presionan aún más tras la decisión del Parlamento Europeo instando a que productos sostenibles como la pesca se elimine el IVA. “Estamos trabajando con varias formaciones políticas, hace poco incluso con una declaración en el Senado para lograr un IVA súper reducido, pero para el ministro de Agricultura y Pesca eso no está en la agenda del Gobierno”.
CRISIS SIN FECHA FINAL
Las cifras que manejan tanto desde el sector del congelado, los armadores o los metalúrgicos coinciden con los números que se estiman a nivel internacional. En concreto, desde septiembre de 2020 hasta ahora mover un flete de China a Estados Unidos se ha más que cuadriplicado, lo que coincide con lo que acreditan los empresarios vigueses por su propia experiencia. Según los expertos, detrás del espectacular aumento del valor de los fletes marítimos está la llamada "crisis de los contenedores", es decir, una insólita escasez de espacio disponible para transportar los productos de Asia a Occidente.
El incremento vertiginoso del precio de los fletes se debe a una multiplicidad de factores, la gran mayoría de ellos asociados con la pandemia, y según señalan aún no está claro hasta cuándo pueda extenderse esta crisis.
Contenido patrocinado
También te puede interesar