El "Aquarius" acabó en Vigo

Cinco años después, los ocho jóvenes rescatados continúan viviendo en España, la mayoría en la ciudad a la que llegaron gracias a la ONG Provivienda

Imágenes de hace cinco años, cuando fueron trasladados desde el barco hasta Valencia.
Imágenes de hace cinco años, cuando fueron trasladados desde el barco hasta Valencia.

En junio de 2018, la ONG Provivienda se hizo célebre en toda España gracias al acuerdo con el Ministerio de Trabajo por el que acogió y tramitó la estancia en Vigo de los primeros ocho chicos que llegaron procedentes del mediático rescate del “Aquarius” en el Mediterráneo, hecho que tuvo mayor impacto al coincidir con el relevo en la Presidencia del Gobierno. Todo muy televisado. ¿Qué fue de ellos? Entonces muy jóvenes, ahora entre 21 y 35 años, cuatro de los ocho se han quedado en Vigo (uno de ellos se encuentra ahora en Chapela), donde han conseguido estabilidad y trabajo. Otro se marchó al ayuntamiento de Zas, en Coruña, porque encontró una ocupación interesante. Y los otros tres decidieron “emigrar” y buscarse la vida en otros lugares pero sin salir de España.

Todos ellos mantienen su anonimato, que han decidido preservar. Y por tanto, también lo hacen en la ONG Provivienda. “Cinco están en Vigo trabajando y viviendo con normalidad, bien integrados”, explicaba Amaya, responsable de la entidad que dirige Ana Pardo. “Pese al tiempo pasado, todavía mantenemos contacto y vemos cómo les va”, indicó.

Adaptados a Vigo

Durante dos años, estuvieron alojados en sus viviendas protegidas (la ONG dispone de una amplia red de pisos para acogidas), en el mayor de los anonimatos. En ese tiempo pudieron conocer el idioma, adaptarse al país al que habían llegado sin buscarlo y formarse para encontrar un trabajo. “Ahora se dedican la mayoría a la logística y también a la hostelería”, explicaron en Provivenda, sin entrar en más detalles. El tiempo transcurrido ha jugado a favor:en la ONG han podido constatar que ellos se han integrado por completo en el país al que llegaron casi por una carambola. “Están muy a gusto y desde luego no piensan en voolver a su tierra, pero nosotros todavía somos su referencia”, añade.

Hace ahora cinco años, en junio de 2018, un Pedro Sánchez recién aterrizado en la Moncloa daba instrucciones para que España acogiera en Valencia al barco “Aquarius”, que navegaba por el Mediterráneo con más de 600 inmigrantes y refugiados rescatados por Médicos Sin Fronteras (MSF) y Sos Mediterranée, pero abandonados a su suerte tras impedir su entrada a Italia. Lo anunció antes a la prensa, de tal forma que ni el capitán del barco ni a las ONG allí presentes sabían que su destino era Valencia, a 700 millas.

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