Aprender y jugar en un entorno natural

En los primeros seis meses del año, el espacio VigoNature, en A Madroa, recibió la visita de 25.000 personas, un 10% más que el año pasado en el mismo periodo de tiempo. Creado con el objetivo principal de “promover y potenciar la divulgación ambiental y científica para todos los públicos”, según explican fuentes municipales, los 55.676 metros cuadrados que ocupa ofrecen a los visitantes toda una serie de actividades y espacios diferenciados en los que unir el ocio familiar con la relación directa con la naturaleza, el juego y la participación activa.

Los espacios dedicados a los pocos animales que aún quedan en sus instalaciones -todos ellos procedentes del antiguo zoo- continúan atrayendo la curiosidad de todos. Entre ellos destaca el centro de aves irrecuperables para la vida en libertad; la granja escuela o los lemures y su capacidad para interactuar con los visitantes. También el exotarium, situado en el edificio de usos múltiples, cuenta con una gran superficie donde se da cabida a más de 50 especies de insectos, arácnidos, anfibios y reptiles, presentados en instalaciones naturalizadas, donde la hora de la comida es una actividad que congrega siempre a numerosos curiosos.

Este espacio abrió sus puertas en marzo del año pasado y todavía sigue su proceso de transformación. Así, entre las inversiones previstas destaca la intervención en el antiguo Nocturama, que se convertirá en una cueva espeleológica interactiva en la que conocer desde una perspectiva didáctica estos ecosistemas tan peculiares. Está previsto que abra después del verano. También entre los proyectos está la ampliación de los programas para escolares; creación de rutas accesibles para personas con movilidad reducida y el diseño de nuevas experiencias sensoriales e inmersivas para público familiar y escolar.

El jardín sensorial es una de las novedades que ofrece VigoNature. Un lugar en el que los olores, el sonido del agua y las diferentes texturas permiten a personas con diversidad sensorial disfrutar de la naturaleza. Otra de las inversiones que han sido llevadas a cabo fue la de un auditorio con capacidad para 81 personas para eventos culturales y didácticos. También se instalaron tres tirolinas de baja altura diseñadas especialmente para niños entre 3 y 6 años.

El público infantil es uno de los más entusiastas de VigoNature, que en el año que lleva en activo ya recibió en sus campamentos -verano, Navidad y Semana Santa- a más de un millar de niños que pudieron disfrutar de actividades didácticas y lúdicas relacionadas siempre con el medioambiente y la convivencia. La celebración de cumpleaños es otra de las actividades estrellas con más de 120 fiestas que tuvieron como escenario sus instalaciones y en las que los participantes, más de dos mil según fuentes municipales, pudieron disfrutar de actividades con temática naturalista, encuentros con animales, juegos al aire libre o gincanas ecológicas.