La antigua sede de la Policía Autonómica será un centro cívico

Durante tres décadas, la Policía Autonómica dio servicio a los vigueses desde su Comisaría en Lavadores. Las instalaciones en la calle Pateira, que se habían quedado obsoletas para este cuerpo policial, cerraron sus puertas hace un año con el traslado a la nueva sede en la Cidade da Xustiza y ahora se preparan para su transformación.

El futuro próximo de este local, con una superficie de unos 700 metros cuadrados, será el de un centro de atención ciudadana, según confirmaron fuentes municipales. La previsión es abrir una especie de centro cívico de atención a los vecinos, para actividades como bailes, campamentos, etc…

Las dependencias nacieron en su día con vistas a una sede de la Policía Local, que tiene ya presencia en Lavadores con el parque móvil municipal. En aquella época era una zona de preocupación por la inseguridad, algo que fue cambiando con su transformación. Finalmente, un convenio entre Concello y Xunta modificó los planes para ubicar allí la Policía Autonómica, tras la creación de este cuerpo policial adscrito. 

Tras el traslado a las nuevas dependencias, ambas administraciones rescindieron el convenio suscrito en su momento, quedando estas en las manos de su propietario, el Concello. En el entorno, la macha de la Comisaría ha alimentado los rumores sobre sus posibles usos, llegándose a hablar incluso de una vuelta a los orígenes para la Policía Local, algo que queda descartado en favor de un espacio directamente pensado para los vecinos. 

De esta forma, se reforzará el impulso a la zona de Rivera Atienza, que ha notado la marcha de la Comisaría. Algunos vecinos mostraban cierto temor a que las dependencias siguieran vacías y sin vigilancia. Los accesos cuentan con las antiguas cámaras de vigilancia, que ahora mismo estarían inactivas, después de que la Xunta, que se hacía cargo del mantenimiento, dejara de tener competencias sobre el uso.

Un espacio demandado

Al espacio que ha dejado libre la Policía Autonómica ya le habían echado el ojo algunas asociaciones situadas en anexa praza da Memoria y que se encuentran en locales municipales, que se han quedado pequeños. Una de ellas, Asem (Asociación Gallega contra las Enfermedades Neuromusculares), solicitó al Concello la posibilidad de traslardarse a estas dependencias. Actualmente, explicaban desde el colectivo, el local donde están, no solo es pequeño, sino que hay zonas con filtraciones de agua. Habrá que esperar al proyecto completo que planea el Concello sobre este espacio cuyo cese de actividad ha tenido efecto inmediato en las plazas de aparcamiento que rodean a la antigua Comisaría, también muy demandadas.