Ana María Caballero: "La gente no relaciona la poesía con una transacción económica"
Entrevista
Cripto-poeta, Premio Nacional de Colombia, es artista invitada en el Festival Kerouac
Ana María Caballero (Miami, 1981), poeta, colombiana y residente en Madrid, presentará mañana en el Marco (19 horas) “50 maneras de ver un poema”. Vendió un poema por 11.000 euros en la casa de subastas Sotheby´s. En Vigo, invitada por el Festival Kerouac, demostrará que la poesía es valor en alza.
¿Puede un poeta vender su trabajo?
Es algo que todavía sorprende y al mismo tiempo es tan obvio.
¿Quién le pone valor a un poema?
Es incómodo ponerle precio. La poesía es muy respetada, pero la gente no está acostumbrada a relacionarla con las transacciones económicas. Este salto hay que darlo y la tecnología es una ayuda porque a través de certificados digitales se puede invertir en poesía, al tiempo que la composición permanece accesible a los demás. El público no está acostumbrado a comprar este tipo de obra; sin embargo, los versos digitales no se diferencian mucho de los vídeos digitales. Son los críticos, los lectores o los comisarios los que le ponen valor.
¿No hay riesgo de especulación?
Cualquier medio digital está expuesto a la especulación y relacionarlo con la NFT es desinformación. En sus comienzos la hubo, al igual que pasó con internet, sufrió una burbuja. No entiendo a los que me dicen que se oponen al NFT. ¿Qué significa? ¿Qué están en contra de un archivo, de una carpeta? En el mercado del arte puede haber especulación, pero no se comenta con ese carácter crítico que afecta a la poesía. Todo coleccionista entiende que está comprando una acción.
¿Le resta público su apuesta por los formatos digitales?
Lo veo al contrario. El alcance que tiene la poesía por la vía tradicional es muy complejo, llega a una audiencia minoritaria. Con NFT siempre se suma. No hago solo recitales en galerías exclusivas, también en actos abiertos.
En su propuesta expande los versos a otros ámbitos creativos. ¿Cómo lo hace?
En esta obra invité a 50 personas a leer el mismo poema, dejando una marca por medio de anotaciones. El poema es mío, pero el papel fue intervenido por cada uno. Es una obra colectiva que se auto-construye. Es la filosofía de Cortázar en “Rayuela”, donde el lector escoge cómo quiere que siga el libro. Muestra la importancia del lector, porque los versos sin leer no son nada.
Combina versos e imágenes a través IA. ¿Cómo es ese proceso?
Trabajo con una plataforma de generación de imágenes. En unos días participo en la feria de París con una creación sobre Borges. Creo desde el ordenador, pero el texto escribo a mano sobre papel. Lo primero siempre es el texto, luego las visualizaciones.
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