Amigos dos Maiores aterriza en Vigo para ‘frenar la soledad’

n n n El 20% de la población viguesa, más de 60.000 personas, está en edas de jubilación. Entre ellos hay 13.126 mayores que viven solos. En la última década el número de hogares de la ciudad donde solo vive una persona mayor de 65 años creció un 30%. Galicia es, con Castilla y León, la comunidad autónoma más envejecida de España (en especial las provincias de Ourense y Lugo con índices del 32%, superando a Japón). Esta realidad, o más bien el cóctel formado por soledad, fragilidad y vejez, es la que preocupa a la Fundación Amigos dos Maiores, que abrió sede en Galicia y más concretamente en Vigo hace unos meses, y la Sociedade Galega de Xerontoloxía y Xeriatría. Ambos organismos firmaron ayer un convenio para colaborar al servicio de los mayores con actividades formativas, de divulgación y de otro tipo. Amigos dos Maiores atiende por ahora a 20 mayores en Vigo con un servicio de acompañamiento y organiza actividades colectivas, para las que reclama más voluntarios. El presidente de la Sociedad de Xerontoloxía, Miguel Ángel Vázquez, recordó que la soledad afecta a la salud mental y a la salud física, de tal forma que un 62% de los mayores puntúan alto en depresión o melancolía y que la falta de actividad física también les afecta. Por eso ayer animó no solo a ayudar a los mayores sino que propone a los mayores que se apunten a actividades de voluntariado porque "prolonga la vida". Pilar y Rosa son dos ejemplos del servicio que presta la fundación. Pilar tiene 70 años, vive sola y aunque tiene dos hijas y nietas sabe que trabajan y que tienen poco tiempo y no le gusta molestar. La trabajadora social de su centro de salud le puso en contacto con la fundación y así fue como conoció a Rosa, voluntaria de 57 años, que la acompaña a tomar café, al médico "porque tengo vértigos y no me gusta caminar sola" o a pasear un día a la semana. Ahora son amigas y disfrutan de la conversación. Rosa tenía experiencia con mayores porque trabajó en la Residencia del Meixoeiro y en el antiguo hospital de Cruz Roja, donde "éramos una familia". De Pilar destaca su vitalidad, su independiencia y su alegría.n