Alexandra Vázquez: "Cada joyero refleja lo que lleva dentro, por eso las joyas de autor tienen alma"

Alexandra Vázquez tenía un trabajo con un alto nivel de estrés y en sus ratos libres comenzó a diseñar collares y pulseras por su cuenta para relajarse. Una actividad que, tras pasar por la Escuela de Joyería del Atlántico, se ha convertido en su profesión. En julio de 2018, fue una de las seleccionadas para participar en la primera promoción de la Escuela Tous de Joyería y Oficios Artesanos. Ahora todo lo que toca con sus manos se convierte en tendencia.

-¿Cómo llegó al mundo de la joyería?

-Tenía un trabajo con un alto nivel de estrés, y en mis ratos libres comencé a diseñar collares y pulseras por mi cuenta. Mi madre me habló de la Escuela de Joyería del Atlántico en Vigo. Yo, que tenía muchas ganas de hacer un cambio en mi carrera, me lancé. Resulta que encontré en la joyería, no sólo un refugio para el estrés diario, sino una pasión que no ha dejado de crecer desde que cogí mi primera segueta en el taller. Esto fue a mediados de 2014, acabo de darme cuenta de que llevo 10 años disfrutando de este oficio. En el 2018, comencé el ciclo oficial de procedimientos de joyería artística en el Centro de Artes plásticas y Diseño Atlántico, y a finales de 2019, obtuve una beca Erasmus+, con la cual pude disfrutar de una estancia en el Norte de Italia, trabajando en una firma de alta joyería, donde aprendí muchas cosas sobre el oficio, un nuevo idioma, costumbres, etc. Un programa así, es muy enriquecedor y ayuda a completar la formación artística para salir más preparado al mundo laboral. Aunque mi inquietud artística viene de familia, mi abuela Matilde tocó casi todos los estamentos del arte, pintura, escultura, cerámica, esmalte… y desde pequeña asistía a sus clases de artes plásticas para aprender a modelar barro, pintar con acuarelas, etc. He crecido con mucha influencia artística, pero lo que más me apena, es que no pudiera ver que finalmente seguí sus pasos en el mundo del arte.

-¿Cuál es la motivación de su trabajo?

-Creo que cada joyero refleja con sus manos lo que lleva dentro, por eso se suele decir que la joyería de autor tiene alma. Me gusta pensar que mis piezas reflejan algo de mí, y que cuando la gente que me conoce ve una joya realizada por mí, es capaz de reconocerla. Al menos eso me dicen, que tengo un estilo propio. También me considero una persona a la que le encanta aprender, si veo algún monográfico artístico siempre me apunto para aprender cosas nuevas, y si es posible, aplicarlo a la joyería. Talleres de resina, pintura sobre metal, fotografía… siempre hay cosas que aprender y que puedas incorporar a tu trabajo en cierta medida. El conocimiento siempre enriquece, te ayuda a mejorar, y a la vez beneficia a tu trabajo. Hoy en día hay muchos talleres y cursos artísticos en muchos puntos de la ciudad en los que poder aprender, y conocer gente nueva con las mismas inquietudes artísticas.

-¿Joyas por las que destaca? ¿Y de dónde han surgido?

-Hay entre mis creaciones, unos collares muy reconocibles con estilo propio, que están hechos con encaje de bolillos y plata o latón. Collares que son capaces de destacar un outfit con tan sólo un vestido básico negro y con los acaparar todas las miradas. Hace unos años, realicé en la Escuela de Artes y Oficios de Vigo un monográfico de verano de encaje de bolillos y orfebrería, en los que aprendí unas nociones sobre el arte del encaje, una disciplina muy arraigada en Galicia. Desde entonces, dedicó parte de mi tiempo a hacer encaje, y he realizado varias piezas que mezclan estas dos técnicas, obteniendo muy buenos resultados, ya que uno de estos collares ha sido finalista en el concurso de joyería de autor Rías Baixas. Me gustaría en un futuro, poder participar en la muestra de encaje de Camariñas con mis creaciones, aunque debo dedicarle más tiempo al encaje para poder ser tan rápida como las “palilleiras de Camariñas”.

-¿Hablemos del momento actual?

-Actualmente, estoy colaborando con una buena amiga diseñadora gráfica, creando un proyecto nuevo en el que ofreceremos una suscripción bimensual que te haga llegar a casa una joya y una lámina únicas, hechas a mano, diseñadas especialmente para mujeres que viven el día a día, mujeres modernas, empoderadas y ambiciosas. “Mara Villana” es el nombre que hemos escogido para esta colaboración artística, que impulsaremos a través de las redes sociales, un canal imprescindible para llegar al público hoy en día, donde ya nos podéis encontrar en Instagram, donde estamos trabajando para poder mostraros “lo que se viene”.

-¿Qué ha supuesto este último año?

-Este último año, he empezado a crear colecciones nuevas que poder llevar a los mercados artesanales, mezclando materiales alternativos con el metal, como la madera, el vidrio de mar o “seaglass” y pinturas y pátinas naturales con las que dar color y vida a las joyas. Al vivir en un sitio tan mágico como Galicia, estas colecciones se ven impregnadas en gran medida por la inspiración que evocan nuestros montes y rías. Joyas con hojas de castaño, higuera, carballo, etc. Y por supuesto joyas con motivos marinos, corales, estrellas de mar, medusas e incluso nuestras queridas gaviotas de pico amarillo forman parte de mis diseños. Como gallega que soy, siento mucha conexión con el mar. No concibo vivir en un sitio donde al mirar al mar no estén las Islas Cíes de fondo.

-¿Proyectos futuros?

-Actualmente mi pareja está estudiando también en la Escuela Técnica del Atlántico, para ser joyero, una vez que acabe el ciclo, tendrá acceso a una beca Erasmus+ donde podrá trabajar en una importante empresa perteneciente al grupo de lujo Louis Vuitton, en Estrasburgo que actualmente está muy vinculada con la escuela, donde con ayuda de la Diputación de Pontevedra, ofrecen con la beca una oportunidad de empezar la vida laboral de los recién graduados joyeros. Y lo hacen a través de prácticas laborales de 6 meses de duración para, posteriormente si el alumno quiere, ofrecerles un contrato indefinido para seguir su aprendizaje profesional. Una vez que finalice su formación, esperamos formar juntos un tándem perfecto y resarrollar nuestra porpia línea.