Alerta en las ONG: “Los usuarios de Vigo o pagan el piso o comen”
Aseguran que la situación es “crítica” y que algunos usuarios se ven obligados a hacinarse en pisos sobreocupados por más de 500 euros al mes
La situación de la vivienda, con precios al alza en Vigo, deja preocupados no solo a inquilinos por hacer frente al pago del alquiler, sino también a diferentes entidades sociales de la ciudad, que destinan parte de su esfuerzo en ayudar a los más necesitados en esta problemática. Pero ni así pueden paliar las dificultades que muchos, la mayoría inmigrantes recién aterrizados en Vigo, sufren en el día a día.
Vida Digna aporta parte de su financiación a esta causa. Su presidente Ricardo Misa aseguró que la situación ya se ha vuelto “crítica”, con varios usuarios que se ven obligados a convivir varias familias en un piso al no disponer de un aval, ni contrato de trabajo por encontrarse en situación irregular: “Les pueden cobrar a un matrimonio hasta 500 o 600 euros al mes por una habitación para ellos y sus hijos. Pero ellos pagan porque necesitan refugiarse”, indicó Misa. Desde Vida Digna han mantenido recientemente contacto con la Valedora do Pobo y con la delegada de la Xunta en Vigo pero, de momento, no parece tener solución a corto plazo. Para Misa, detrás de eso se encuentra la actividad selectiva de las inmobiliarias, con un método de “seleccionar y descartar” según las garantías que dé el usuario para afrontar el pago. “Se ha iniciado una pelea para tener el mejor cliente y muchos usuarios no pueden afrontar el pago inicial de varios meses de alquiler más el seguro de impago”, dijo Misa.
La situación es tal que “ya es el principal problema entre los usuarios de Vida Digna”, por delante de la integración o del hambre. “Aunque exista mala nutrición, el hambre ha pasado a un segundo plano porque al menos pueden comer una vez al día”, indicó el presidente de Vida Digna, que exigió a los propietarios vigueses solidaridad con aquellas personas inmigrantes que buscan empezar una nueva vida en la ciudad: “Algunos son solidarios. Nosotros intentamos mediar para que usuarios encuentren un hogar digno”.
Cáritas Vigo también es otra entidad que ayuda en temas de vivienda. La encargada de asuntos sociales, Bibiana Vilariño, afirmó que la situación es tan dura por el alza en el alquiler que hay usuarios que “o pagan o comen”. Vilariño criticó el cambio de rumbo tan drástico, donde ahora “tener trabajo ya no te permite tener una vivienda”, y apeló a la solidaridad de los caseros para que se fijen precios realistas: “Se tienen que dar cuenta que elevando mucho los precios no van a conseguir nada, porque en algún momento van a apretar tanto al inquilino que no va a poder pagar”. La situación, según Vilariño, afecta a cualquier inquilino pero especialmente a inmigrantes y personas en riesgo de exclusión social. “Su situación de precariedad les obliga a compartir vivienda”, apuntó. Eso, en el mejor de los casos.
Casi 650 euros de coste medio y mucho inmueble vacío
El alquiler medio en Vigo ya se encuentra rozando los 650 euros, lo que le sitúa como líder en las ciudades de Galicia. Esta “burbuja” inmobiliaria que se ha generado, en palabras de Bibiana Vilariño, “se está poniendo muy difícil para la gente en riesgo de exclusión social porque los alquileres han subido el doble en muchos casos”. A 10,7 euros el metro cuadrado en la actualidad, el alquiler de un inmueble ya ha subido en un 8,4% en solo un año y un 4% desde diciembre. Y es que a cada mes que pasa, se bate un nuevo récord. “Esto no puede ser, hasta alquilar una habitación se está volviendo prohibitivo”, señaló Vilariño.
Sin embargo, antes existía la solución de mudarse a los municipios adyacentes a Vigo o instalarse en las parroquias. Ahora, ni eso. Por tanto, Vilariño propone (además de apelar a la solidaridad del casero) a poner en funcionamiento las más de 13.000 viviendas vacías que existen en la ciudad y que los más desfavorecidos tengan así una opción habitacional digna. Pero admite que no será fácil y que se necesitará la colaboración de las diferentes administraciones. Misma premisa que defiende Ricardo Misa. Dos entidades donde la preocupación por la vivienda por parte de sus usuarios ha aumentado notablemente.
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