Albino Prada desmenuza el "hipercapitalismo digital"

n n n Un ensayo en el que se analizan los cambios que las grandes empresas de la economía global, desde Google, la Facebook pasando por Microsoft, Apple o IBM, están produciendo en el empleo, la fiscalidad, la sociedad o la política. Estos días llegó a las librerías "Crítica del hipercapitalismo digital", el último libro del profesor e investigador de la agrupación estratégica Ecobas Albino Prada, una obra en la que ahonda en las “a menudo ignoradas” múltiples implicaciones de la automatización masiva del trabajo.

¿Que es exactamente el hipercapitalismo digital? Con esta expresión el autor se refiere la cuando la digitalización, la informatización y la automatización permiten que muy pocas empresas y grupos de inversión controlen y modifiquen la escala global las formas de producción y de distribución de riqueza del viejo capitalismo industrial y financiero. “ Alphabet-Google o Amazon son dos buenos ejemplos de control global de la publicidad o de los canales de distribución, de la generación de nuevos procesos y productos para un mercado global las 24 horas del día”, explica el autor del libro, quien hace hincapié en que este “poder de mercado” se imponen a los agentes tradicionales, ya sean empresas o gobiernos, disolviendo las formas salariales y las relaciones laborales, “posibilitando lo que yo denomino una absoluta abducción neoliberal y que Bill Gates, sin asomo de pudor, denomina capitalismo sin fricciones”.

Más concretamente, Prada habla de una doble abducción: la de una lógica del comprador, “al que nada humano sería ya ajeno”, y la asociada a la digitalización invasiva de todas las actividades realizadas por el ser humano. Partiendo de este núcleo argumental divide el libro en dos partes, compuestas de cinco capítulos cada una. La primera parte se dedica a discutir las cuestiones e ideas más generales: utopía digital, los tecnopolitas, la inteligencia artificial, la automatización, el principio de precaución, los infomonopolios, la sociedad de mercado, el turboconsumismo, la economía 4.0, la secesión de los nuevos ricos o la pos-democracia.

Ya en la segunda, se acerca la esas mismas cuestiones, pero centrándose en el ámbito español y europeo, detallando primero, sectores e intensidad de la digitalización, sus efectos sobre el empleo, sobre la naturaleza de las actividades o sobre la desigualdad y el Estado social. El balance final es negativo, avisa. n