Los acusados por la brutal paliza en la calle Hernán Cortés de Vigo: “Esa noche bebimos unas 10 o 15 copas”
Gregorio G. y Adrián S. se enfrentan a 6 y 5 años de prisión, respectivamente, y negaron la mayor ante el tribunal al ser preguntados por la agresión a dos jóvenes
“Aquella noche salimos de fiesta por Vigo y nos tomamos unas 10 o 15 copas con sus chupitos. Y antes de eso, unas cervezas”. Así recuerdan Gregorio G. y Adrián S., los dos acusados por la brutal paliza en la calle Hernán Cortés de finales de enero del año pasado, cuya primera jornada del juicio se celebró ayer en la sede de la Audiencia en Vigo, en la que declararon, además de estos dos futbolistas ourensanos acusados de un delito de lesiones con deformidad y otro de lesiones leves, las dos víctimas y varios testigos –entre ellos, uno protegido– de la agresión.
Los presuntos agresores solamente contestaron a las preguntas de sus respectivos abogados y negaron haber empezado ninguna discusión o pelea mientras salían de fiesta por Vigo aquella noche. Aseguraron también que ninguno de ellos tiene nociones de artes marciales, al contrario de lo que se había especulado en un principio.
Las dos víctimas, debido a la rapidez de la agresión y a lo traumático que fue el evento, explicaron ante el tribunal que no recordaban mucho de la noche en cuestión. “Yo caí inconsciente casi al instante”, declaró el joven cuyas lesiones fueron más leves (traumatismo craneoencefálico y un edema en la región parietal del cráneo), quien indicó no recordar la cara de los agresores “pero sí la mirada de uno de ellos”. Por su parte, el otro agredido, que sufrió policontusiones, un traumatismo cervical, fractura de los huesos nasales y pérdida de hasta 3 piezas dentales; relató en la sala que la discusión comenzó cuando él y su amigo llamaron la atención “de buenos modos” a los agresores por orinar en un portal y siguieron su camino. “Cuando me di la vuelta, lo vi muy encima y lo siguiente que recuerdo es estar en el suelo, contra una pared y pidiéndoles por favor que parasen”, siguió. Reconoció también que a raíz de la agresión “hubo muchos meses en los que estuve sin salir a la calle”.
Solo un reconocimiento
A lo largo de la jornada, varios testigos presenciales dieron su versión de los hechos y ninguno, salvo una amiga de las víctimas, fue capaz de reconocer a los dos acusados como los autores de la agresión. Esta joven aseguró que Gregorio era, sin lugar a dudas, uno de los dos agresores, pero del otro sólo recordaba su vestimenta.
Otro testigo, que pasaba por la zona con su grupo de amigos en ese momento, pudo presenciar uno de los momentos más violentos de la agresión. “Vi correr a un chico y otros dos detrás de él intentando pegarle hasta que lograron tirarlo al suelo y me acerqué a intentar separarlos. Entonces, uno de ellos dijo que le iba a pedir perdón, me confié y luego le dio la última patada en la cara”, contó ante el tribunal.
Una auxiliar de enfermería que también estaba en la calle Hernán Cortés aquella noche de enero observó parte de la agresión y apuntó que la víctima estaba “sin fuerzas, tirado en el suelo” incluso antes de la última patada. Tanto que “llegué a pensar que estaba muerto porque por un momento no respiraba”.
Otra de las personas que pudo ver lo ocurrido, desde cierta distancia, indicó a los magistrados que vio cómo “los dos” agresores se dirigieron a otro joven y “le golpearon con puñetazos, patadas y cabezazos” en repetidas ocasiones, calificando estos hechos como “crueles, salvajes e irracionales”.
Un testigo protegido, el único que pudo identificarlos
En la jornada de ayer celebrada en la sede de la Audiencia en Vigo solamente una persona fue capaz de identificar a ambos acusados como los agresores. Se trata de un testigo protegido que declaró a través de videoconferencia desde la comisaría de Ourense. Paradójicamente, pese a que pudo reconocerlos “al cien por cien”, esta persona no estaba en el lugar de los hechos en el momento de la agresión.
El testigo protegido declaró ante los magistrados que vio el vídeo y reconoció tanto a Gregorio G. como a Adrián S. en las imágenes como las personas que propinaron la paliza a las dos víctimas. “En un primer momento espero y, cuando me entero de que hay alguien en prisión –refiriéndose al primer arrestado, que finalmente no guardaba relación con el caso– contacté con la Policía para contarles lo que sabía”, explicó.
Esta persona incluso hizo llegar a las autoridades policiales fotografías de ambos extraídas de diferentes redes sociales con ropa similar a la que presuntamente portaban en el vídeo. Aseguró que “conozco perfectamente a ambos, pero no personalmente” y que, al ver el vídeo, le llevó “apenas dos segundos reconocer a cada uno”, reiterando que está “cien por cien seguro” de que los agresores son Gregorio y Adrián porque reconoció tanto su vestimenta como su forma de caminar. Además, hizo hincapié en que “a día de hoy en Ourense todos saben que han sido ellos” y mencionó que hay más personas en su círculo de amistades que fueron capaces de identificar a ambos en el vídeo.
Hoy se retomará la vista en la macrosala de la Cidade da Xustiza con la declaración de más testigos –entre ellos la persona que grabó el vídeo que circuló por redes sociales–, los agentes de Policía involucrados en la causa y las pruebas periciales, además de las conclusiones de cada una de las partes.
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