METEOROLOGÍA
Una masa de aire frío y nevadas reciben el invierno
Fue en noviembre de 2020, cuando una disputa entre cuatro jóvenes en la calle Santa Cristina acababa con un herido de bala en un brazo. Ayer, el acusado de efectuar el disparo se sentó en el banquillo del Juzgado de lo Penal 1 para responder por los presuntos delitos de lesiones con instrumento peligroso y tenencia de armas, por los que la Fiscalía solicita un total de cuatro años y medio de prisión.
Durante la vista, el joven aseguró que el disparo se produjo de forma fortuita durante un forcejeo y negó que el arma fuera suya. Relató que era consumidor y que aquel día fue a comprar droga a la víctima y su compañero, pero como no le quería fiar cogió el kilo de hachís y salió corriendo. Afirmó que le persiguieron y uno de ellos le encañonó, y durante un forcejeo la pistola se disparó.
Por su parte, el perjudicado negó que vendiera droga. Aseguró que estaba en Lavadores con su moto cuando fue abordado por dos individuos que le atracaron con una pistola y se llevaron su cartera con más de 400 euros. Afirmó que pensó que la pistola era simulada y les persiguió con el vehículo, se peleó con uno de ellos y recibió un disparo aunque en un principio no sintió nada. Se fue entonces a casa de un amigo y al encontrarse cerca de la avenida del Aeropuerto se notó mojado y al ver que era sangre llamó a la ambulancia. Esa fue la explicación que aportó tras serle preguntado por qué no avisó a urgencias en el momento de recibir el tiro.
Los médicos observaron que tenía dos fragmentos de bala alojados en el brazo, que le produjeron una fractura. Requirió para su sanidad cinco días de ingreso hospitalario por prejuicio grave y otros 177 de prejuicio moderado. Como secuelas, presenta una mínima cicatriz sin perjuicio estético.
La Fiscalía solicita además de la pena de prisión, tres años por el delito de lesiones y un año y medio por tenencia ilícita de armas, una indemnización para la víctima de 10.400 euros por los días de curación y de 2.000 euros por la secuela. Durante la vista, la defensa del acusado puso en entredicho la cantidad que la víctima dijo que le habían robado y que afirmó haber sacado de su cuenta y que de era del trabajo, mientras se le preguntó también por unos mensajes supuestamente amenazantes publicados en redes durante su estancia en el hospital y de los que se desvinculó.
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