Las acuarelas que evocan recuerdos de la viguesa Mercedes Maseda

Vida

La viguesa Mercedes Maseda ha creado un mundo ideal a partir de los símbolos de Galicia. Tiernas pinturas de peces, caracolas, faros y paisajes la han catapultado a la fama desde el más puro anonimato

Publicado: 24 sep 2023 - 22:30 Actualizado: 25 sep 2023 - 09:36

Mercedes Maseda y sus acuarelas.
Mercedes Maseda y sus acuarelas.

Mercedes Maseda comenzó en 2021 a comunicarse con el mundo a través de sus acuarelas. Todo comenzó cuando una empresaria de Burela conoció sus apuntes de peces, caracolas, animales, faros y paisajes gallegos y la invitó a exponer sus trabajos. Desde entonces expuso en As Pontes, Xove y Vigo. Ahora ha creado un mundo ideal a partir de los símbolos de Galicia en el que invita a soñar y disfrutar del entorno gallego. Del anonimato de sus trabajos, a una lista de espera para conseguir alguno de sus tiernas imágenes.

-¿Cómo llegó al mundo del arte?

-Siempre pinté, desde pequeña. Sentía la necesidad de reproducir aquello que me parecía hermoso y quería conservarlo para mí, de algún modo. También hacía encargos a amigos o familiares y cosas para casa. Pero un año, mi pareja me regaló un curso en la

academia de Ana Soler para perfeccionarme y conocer todas las técnicas, y a través de esta artista, comencé a sentir la necesidad de crear con más frecuencia. Conocí la acuarela que se adapta a mi estilo de maravilla y a través de las redes sociales, entré en contacto con otras artistas, proyectos comunes y vías de fomento de las obras que sirven para dar visibilidad y salida a toda la producción que se crea, tanto por mi parte como de compañeras y compañeros que están haciendo grandes cosas.

-¿Cuál ha sido su motivación?

-Recuerdo que el curso que mencionaba se vio truncado por la pandemia, y desde casa participé en un reto a través de Instagram, que organizó la acuarelista Berta Llonch, que consistía en pintar un bichito cada día, luego todo esto se recopiló en un libro conjunto. Este reto llevó a otros y hasta hoy. Además, Ana Soler nos mandaba ejercicios, nos sugería artistas y actividades como pintar cuadernos de artista, a modo de diario, lo que fomenta una rutina diaria. Pero sin duda mi gran motivación es el cariño de la gente que aprecia y valora lo que haces, el interés de la gente que te propone hacer una exposición en un local por que le gusta lo que haces, los mensajes de admiración de las personas que visitan las exposiciones… es lo que más me motiva y gratifica.

-¿Cuál es su filosofía? ¿Qué pretende con su trabajo?

-Mi mayor aspiración sería poder vivir de mi arte, que una editorial me propusiera trabajar ilustrando libros o incluso abrir mi propia web, o incluso un comercio donde combinar taller para creadores con punto de venta de diferentes artistas, o formar parte de algún

proyecto que ya exista de este estilo. Aunque soy consciente de lo difícil que resulta y de la inseguridad que existe en relación con este tipo de negocios, sobre todo en tiempos en los que la vida está complicada, el precio de la vivienda, la cesta de la compra... la gente no se puede permitir invertir en arte más allá de un hecho puntual para un regalo especial o un capricho. Por eso son interesantes las iniciativas como mercados de arte, que acercan las propuestas artísticas al público de forma asequible.

-¿Cómo describiría su obra?

-Mis creaciones son sobre todo acuarelas, frescas y dinámicas, sin un dibujo previo en la mayoría de los casos, donde busco a través de la mancha, evocar sensaciones, emociones o recuerdos. En muchas de ellas represento cosas que forman parte de mi propia experiencia vital, un lugar que visito o que forma parte de mi entorno y me representa, como el mar o como casas abandonadas y viejas, ya que de pequeña yo viví en una de ellas y mis recuerdos de infancia están ligados a sus olores, sus texturas, entre otras sensaciones que me parecen importantes. En otras ocasiones me fijo en cosas efímeras como el paso de una cigüeña o una amapola que florece por unos días o la puesta del sol. Mi inspiración es la naturaleza, que me fascina y encierra la belleza más sincera y humilde. En ese sentido, el hecho de pintar para mi es como una meditación en la que me abstraigo de otros problemas para centrarme en lo que estoy pintando. De la misma manera, busco esa reacción en quien lo observa, y también le

sirva de descanso de los problemas diarios.

-¿En qué se ha especializado?

-Soy una artista autodidacta, salvo por el periodo en el que participaba en las clases de Ana Soler, pero no tengo una formación académica en arte. He pintado con diferentes técnicas a lo largo de mi vida: óleos, acrílicos, pastel, carboncillo y lápiz, pero en la actualidad me centro en la acuarela con la que me siento muy cómoda. Las características de esta técnica se adaptan perfectamente tanto a mi estilo como a mis circunstancias ya que no requieren de mucho espacio ni tiempo, incluso son fácilmente transportables para pintar al aire libre en directo, cosa que me encanta cuando viajo. Además, el resultado es algo misterioso y mágico, ya que la acuarela tiene sus propios procesos y al secar los colores y texturas cambian, formando parte de esa libertad que caracteriza a esta técnica y que a mi me encanta especialmente por la delicadeza que supone.

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