Episodios vigueses
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Los domingos por Navidad también son para las compras. Algunos negocios han decidido abrir al público también los días dominicales para aprovechar el tirón de las luces y el consumismo navideño. Sin embargo, no todos aseguran que mantenerse más tiempo abierto y trabajar más suele compensar a la hora de hacer caja. Y eso lo marca la climatología y la ubicación del negocio.
En la calle Príncipe, las grandes marcas obligan a los negocios más locales a trabajar el domingo, si no quieren verse desplazados por los gigantes de la venta de ropa y calzado. “No nos queda otra, pero hay días que puede compensar mantenerse abierto toda una tarde”, indicó una trabajadora de la empresa Zapaterías Dadá. Lo mismo sucede en Cero de Costa y Liberatta, dos negocios ubicados en las galerías. Montse, de Cero de Costa, asegura que tanto los sábados como domingos por la tarde, muchos locales y visitantes lusos abarrotan la tienda para comprar ese regalo especial que no pueden adquirir durante la semana. Además, su especialización les da ventaja sobre el resto de grandes tiendas. “Llevamos desde el Black Friday abiertos todos los días y podemos decir que estamos vendiendo más”, indicó. No grandes cifras, pero lo suficiente como para que puedan contar con una empleada más que se encarga de los domingos. Esther, de Liberatta, indica que, debido a su género, tiene más clientela por la mañana y que abrir los domingos da más trabajo, pero siempre es necesario aportar un poco más de esfuerzo para que el negocio salga adelante. “Sobre todo cuando viene mal tiempo, la gente se refugia en las galerías”, aseguró. Aunque no se compre, que visiten la tienda es siempre un punto a favor.
Pero esta situación contrasta con solo desplazarse un par de metros. Ante las aglomeraciones de Príncipe los sábados y domingos por la tarde, aparece el pequeño vacío que tienen sus calles de su entorno, como Don Bosco, Progreso, Velázquez Moreno o Eduardo Iglesias. Algunas deciden abrir algún domingo, a la espera de un cliente que (casi) nunca llega. “La gente no pasea los domingos para comprar, lo hacen solo por las luces y ni siquiera en esta zona”, aseguró María, trabajadora de Con I de Iria. Su negocio se mantiene cerrado los domingos. Mateo y María, de la tienda I Like to Buy, en Eduardo iglesias, aseguran que sopesan abrir en ciertos domingos de esta Navidad, aunque no en todos porque “más allá de Príncipe, la gente no se desplaza”. Lo han hecho algún año anterior y no les ha resultado del todo convincente: “Solo el año pasado hemos tenido algo de afluencia como para compensar el mantener abierto el negocio, pero casi nunca es rentable”.
Ayer se volvió a vivir una jornada de lleno por Príncipe y Porta do Sol por Navidad. Una afluencia de turistas que abarrota la calle comercial, atraídos por las luces y la música. Los afortunados que se encuentran en primera línea aprovechan el domingo como oro en paño. Los que no tienen esa suerte, prefieren cerrar y afrontar la semana con más energías.
Uno de los motivos por el cual los negocios del área de Príncipe descartar abrir los domingos navideños es la especialización que tienen en ropa y complementos, que ahuyenta al comprador impulsivo. “Solo te funcionaría una tienda de regalos o poner un establecimiento de ropa barata”, indicaba una comerciante de un negocio de Don Bosco. Además, varios negocios del entorno aseguran que el visitante que transita por la calle Príncipe los domingos busca gastar el dinero en bares y restaurantes de la zona y no en comprar un abrigo de calidad o unos zapatos para asistir a eventos. “La gente tiene asociado el domingo a pasear y a eso vienen a Príncipe. Pueden entrar en las tiendas, pero no a comprar”, señala otra comerciante en Eduardo Iglesias y cuyo comercio se mantiene cerrado los domingos. Para esos negocios, las luces no suponen un castigo, pero tampoco una oportunidad de aumentar sus beneficios.
La comerciante señaló que ya comenzaron en el Black Friday a finales de noviembre con muy buen pie y seguirán así hasta enero.
Ambos dudan si la tienda abrirá o no los próximos domingos, pero recalcan que la clientela es escasa en esos días.
Esther logra en el mes de diciembre dar un servicio ampliado a sus clientas de toda la vida y captar algún visitante que pasea por la galería.
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