Los abogados pedirán nuevas diligencias y testificales

Los abogados Ignacio Pérez-Amoedo y Teresa Rojas.
Los abogados Ignacio Pérez-Amoedo y Teresa Rojas.

A raíz de la declaración escuchada ayer en sede judicial, los abogados de la familia de Déborah ya se plantean solicitar nuevas testificales así como diligencias.

Según explicó Ramón Pérez Amoedo, “si en 2002 se hubieran hecho las cosas bien ahora no estaríamos aquí” resaltando de nuevo que “la investigación policial inicial fue totalmente negligente y una auténtica chapuza”.

En los dos años y medio desde que se reactivó la causa se ha avanzado más que en los 17 años anteriores, donde no llegó a citar a ningún testigo en sede judicial, ni por supuesto a ningún investigado.

Entre la solicitud de testigos se encuentran aquellos cuyo relato no coincide con el aportado ayer por el exnovio de la joven. Pero además, “todavía quedan asuntos importantes pendientes, como el informe definitivo del estudio del ordenador de Déborah, tras descubrirse que fue manipulado”, explicó el letrado.

Los pasos a seguir a partir de ahora incluirán asimismo la ampliatoria de periciales sobre el ADN encontrado en una de las uñas de Déborah, de varón, para conseguir secuenciar los marcadores, así como el cotejo del mismo con bases de datos y con los perfiles que se puedan obtener de otros elementos encontrados junto al cadáver en mayo de 2002, como la cuerda o las hojas con restos de sangre. Entre los informes del Instituto Toxicológico tras la exhumación se encuentra también el hallazgo de un filamento de un material utilizado principalmente para el envasado de alimentos.

De igual modo, se espera que los abogados del investigado puedan solicitar sus propias diligencias, incluso el archivo de la causa contra su representado a corto plazo. No obstante, la defensa optó por no hacer ningún tipo de valoración.

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