Vigo empieza el Ramadán

La pregunta clásica: ¿Cómo se lleva el ramadán en un país con escasa presencia islámica? Con lo que ello supone para los fieles que tienen que pasar todo el día, hasta que se pone el sol, sin comer ni beber en ayuno estricto -tampoco se permiten relaciones sexuales de día- mientras sus vecinos se toman una cerveza o una tapa a su lado. El portavoz del Centro Islámico, el marroquí Abdulraheem Uzairi, contesta de forma sencilla: "Es muy fácil, yo mismo tengo toda mi familia aquí y pasamos el Ramadán entre todos con normalidad, te adaptas sin problema", explica en el Centro Cultural Islámico, en Gregorio Espino, donde se encuentra la mezquita, una escuela y otros servicios para una comunidad aún pequeña pero que no deja de crecer. En treinta años, ha pasado de ser un grupo pequeño a superar los 3.000 integrantes, apenas el uno por ciento de la población viguesa. En Galicia serían ya unos 30.000, de los que 5.000 son gallegos conversos, una cifra muy importante y llamativa. En Cataluña, señala, ya conforman el ocho por ciento del total.

Pilar del islam

El Ramadán es uno de los pilares del Islam, un mes en que se pide un esfuerzo por la fe. "El ayuno exige pasar muchas horas sin comer y claro, tienes hambre. Así descubres lo que es de verdad el hambre, no es lo mismo oír de ello que pasarlo, todo sirve para mejorar tu autocontrol y también para despojarte de la ira ", explica el portavoz islámico.

Abdel, como le llaman, es natural de Meknés, en el norte de Marruecos, una antigua ciudad imperial declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad con una imponente muralla y edificios palaciegos de la que se siente muy orgulloso. Sin embargo, lleva en España casi toda su vida. En concreto, vive muy cerca del Centro Islámico.

"No somos gente rara ni extraños, somos del mismo barrio, por aquí vivimos todos en mi familia", cuenta sobre el impacto en la zona y las relaciones con los vecinos que califica de "muy buenas".

Como hombre de fe profunda, insiste en que el Ramadán supone "mejorarnos como seres humanos", y así resulta más fácil cumplir el mes de deberes con el Islam. A partir de las 21,15 ya pueden comer y beber y así hasta el día siguiente. La fiesta religiosa musulmana varía de fechas al estar marcada por el mes lunar. "Este año cae en un momento bueno, con poco calor, en el pasado hubo en julio o en agosto, entonces fue mucho más duro", reconoce.

Una mezquita de 700 metros en Gregorio Espino

Tras un año trabajando en el proyecto, el Centro Cultural Islámico inauguró el pasado mes de septiembre su nueva sede y mezquita, la mayor de Galicia como corresponde al peso creciente de la comunidad musulmana en la ciudad. Son 700 metros cuadrados en un local de Gregorio Espino vecino de la sede de la CIG que se encuentran totalmente acondicionado para las actividades tanto religiosas como docentes y culturales que esta comunidad realiza anualmente en la ciudad y que duplica a la anterior en Canadelo Alto, que se había quedado pequeña para rezos y actos sociales y educativos.

El rezo en la mezquita

En el interior del Centro Islámico de la calle Gregorio Espinio hay una sala de oración con amplia capacidad para los rezos, donde los fieles tienen que cumplir las normas covid, con distancias. La mezquita está orientada hacia La Meca, como es preceptivo. Es la mayor de Galicia, aunque se encuentra en un bajo y no en un edificio propio.