Pablo Mansilla Salinero: “Estamos montando los cimientos de esta industria y a crear riqueza en zonas rurales"

Pablo Mansilla Salinero, Doctor ingeniero de montes y MBA, ha sabido combinar a la perfección sus amplios conocimientos técnicos en diferentes ramas de la ingeniería, la tecnología y empresa que le han permitido realizar con éxito innovadores proyectos. Fruto de todo esto creó Acemelia, una firma de cosmética que se basa en la naturaleza gallega, en concreto en el aceite de camelia 100% natural y autóctono que exporta a países europeos a partir de productos de cuidado facial y corporal.

-¿Cómo llegó al mundo de la camelia?

-Pues realmente llegué después de un viaje a Japón en el que descubrí el potencial del aceite de camelia, pero no solo para cosmética, sino también para alimentación. Cuando empecé a trabajar con el aceite, después de las primeras investigaciones, descubrí su versatilidad como cosmético y es en lo que me he centrado desde entonces de la mano de Acemelia.

-¿Cómo definiría su proyecto actual?

-Acemelia es un acrónimo de Aceite y Camelia que muestra claramente el amor que tenemos por este aceite de belleza. Acemelia fabrica y comercializa Aceite de Camelia de calidad premium. Solamente con un conocimiento perfecto de todos los aspectos relacionados con la camelia, desde la plantación a la fabricación, nos permite obtener el mejor Aceite de Camelia. El proyecto actual no se basa solo en la fabricación y comercialización de aceite de camelia y otros productos cosméticos con este aceite; sino que vamos mucho más allá. Investigamos todos los aspectos de la camelia, buscamos las especies que más semillas y aceite producen, estudiamos las mejores formas de hacer plantaciones, investigamos las mejores formas de extraer el aceite, de conservarlo… incluso investigamos en usos nuevos y en los beneficios que puede aportar el aceite a nuestra piel y cabello.

-¿Cuál es la motivación de su trabajo?

-¿Te imaginas estar en Galicia en mitad de un bosque de camelias en el mes de diciembre? Estarías rodeada de un paisaje natural, lleno de flores… hay pocas cosas más bonitas que eso, pero si además de sus semillas extraemos un aceite tan versátil y bueno para el cuidado personal como el aceite de camelia hay pocas motivaciones más fuertes para seguir avanzando. Galicia es rico en este tipo de plantas, pero nosotros luchamos por crear una industria que permita crear valor de una planta que hace poco sólo se le daba un valor decorativo en algunos jardines gallegos y que ahora estamos convirtiendo en una fuente de riqueza. Hay otra motivación que también me hace levantarme todos los días, y es la de pasármelo bien. Me llama la atención que tanta gente odie su trabajo y a mi me encanta, me lo paso bien y me encanta superar nuevos retos y conseguir cosas nuevas.

-¿Valores por los que destaca?

-Buscamos la excelencia en todos nuestros procesos de la mano de un aceite de camelia de mucha calidad y muy fresco que sorprende a nuestras clientas desde el momento en el que se lo echan por su rápida absorción y los efectos inmediatos sobre la piel. Si me tuviera que definir por unos valores serían los de trabajar duro. Soy muy eficiente y eso me ayuda a abarcar mucho trabajo y sacarlo adelante. En los negocios soy fiel, me gustan las colaboraciones a largo plazo en el que las dos partes ganemos con el paso del tiempo y resulte enriquecedor; esto me ha traído muchos éxitos en el pasado y espero que los traigan en el futuro. En un mundo en continuo cambio los buenos colaboradores son muy valiosos.

-¿Hablemos del momento actual de su trayectoria?

-Estoy en un momento buenísimo, muy creativo y haciendo cosas inimaginables hace unos años. Actualmente seguimos promocionando y dando a conocer el aceite de camelia porque es un aceite aún poco conocido, tanto dentro de España como fuera. Cuando la gente busca este aceite encuentra a Acemelia porque es la marca de referencia en Europa. Nuestra trayectoria actual nos lleva más allá de nuestras fronteras, hacia UK, Alemania, Italia y Francia que es donde más estamos creciendo en los últimos años. También estamos trabajando en ampliar nuestra gama de cosméticos y, de momento, con muy buenos resultados. Se presentan novedades en los próximos meses con nuevos lanzamientos de productos y de apertura de mercados.

-¿Qué ha supuesto este último año?

-El último año ha sido complejo, ya no hay reglas claras ni tendencias seguras en el mercado. Lo que un año funciona, al año siguiente no y hay que estar continuamente analizando el mercado y haciendo cambios para estar mejor posicionados y llegar a más público.

-¿Proyectos futuros? ¿A dónde quieres llegar?

-Quiero consolidar tanto el producto como la marca y posicionar el aceite de camelia de Galicia en el lugar que le corresponde por calidad y diferenciación. La camelia es la flor de Galicia y el aceite de camelia puede ser una industria diferenciadora de nuestra tierra pues la camelia se da en pocas zonas del mundo, y Galicia es una de las que mejor condiciones presenta para su cultivo. Mi sueño es crear una industria reconocida y que mucha gente pueda ganar dinero con esta planta. Ahora mismo sólo estamos en los inicios, pero ya hay mucha gente que recoge sus semillas y nos las vende, estamos empezando a montar los cimientos de esta industria y a crear riqueza en zonas rurales donde antes no había. Me anima que es un proyecto totalmente sostenible y una economía circular que podría convertirnos en un referente en el sector.