La feminidad como herramienta

La viguesa Belén Cigarrán, fundadora de la Asociación de Jóvenes Empresarios, apuesta ahora por Club Estilo Estratégico para mujeres que desean reconectar con su esencia y proyectar su identidad

La viguesa Belén Cigarrán.
La viguesa Belén Cigarrán. | Vicente Alonso

La viguesa Belén Cigarrán, con más de 40 años de trayectoria y fundadora de la Asociación de Jóvenes Empresarios, apuesta ahora Club Estilo Estratégico para mujeres que desean reconectar con su esencia y proyectar su identidad con estrategia y elegancia. Idea que nace a partir de un accidente en la Toscana que la llevó a replantear su vida y que combina autoconocimiento, psicología, comunicación no verbal y semiótica del vestuario para convertir el estilo en herramienta de liderazgo.

-¿Cómo llegó al mundo del emprendimiento?

-Llego a través del socio madrileño de un amigo gallego de la infancia que se había trasladado a Madrid. Coincidimos en una cena y le ofrecí mi ayuda para resolver algunos problemas burocráticos que tenia en su empresa a través de contactos que en aquel momento, yo tenía por familia. Empezamos a colaborar y poco tiempo después me ofreció la posibilidad de comprar una pequeña parte de las acciones de la compañía.

¿Cómo definiría su proyecto actual?

-El Club de Estilo Estratégico es un lugar de encuentro, apoyo y transformación para mujeres en fase de reinvención o renacimiento. En el club trabajamos, desde la autenticidad proveniente de un profundo auto conocimiento, para construir presencia, algo que va mucho más allá de la imagen. Es un mix de, vestimenta, lenguaje verbal y no verbal y branding personal. Siempre desde el autoconocimiento, saber quien de verdad soy y a donde quiero ir. Siguiendo mi metodología de 5 pasos secuenciales: método vital, visión, identidad, transformación, alineación y liderazgo. Y lo hacemos basándonos en la psicología de la percepción y el color, la cognición vestida y la semiótica del vestuario Complementándolo con el estudio del lenguaje verbal y no verbal y un branding personal coherente con el mensaje. El club abre sus puertas a ejecutivas en ascenso, empresarias cambiando de sector, profesionales hartas de poner el trabajo para que otros se lleven la gloria, mujeres que cierran un ciclo vital (un divorcio, un despido o una crisis ) y deciden recuperar sus sueños. Y también mujeres que, teniéndolo todo, sienten un ruido en el corazón que no las deja sentirse plenas y sienten que hay más para ellas. Se sienten desalineadas con su imagen actual, que es ya cómo un disfraz. Mujeres que cargan con roles heredados, expectativas externas y máscaras. Viven con la sensación de que deben “ hacer más, ser más y demostrar más para ser reconocidas. Perciben que otras, con menos mérito avanzan más rápido porque dominan los códigos de comunicación, estética y branding personal. Descubren que no basta con currículum, experiencia o talento si la presencia no comunica. En síntesis: sienten la fractura entre lo que son, lo que sienten y lo que proyectan, y esa grieta les roba seguridad, visibilidad e influencia. Desde aquí diseñamos su uniforme de poder, no solo vienen a aprender, a combinar colores o a seguir tendencias pasajeras, sino a vestirte de sí mismas y ocupar el lugar que merecen. El club es una tribu de mujeres que salen de la invisibilidad, recuperan su poder y se vuelven imparables con el sostén y la ayuda de todas las que ya hemos recorrido el camino.

-¿Cual es la motivación de su trabajo?

-Sacar de la invisibilidad a las “lideresas” del futuro inminente. Y seguir fomentando todo aquello que nos permite seguir siento humanos. Por eso, en tiempos de filtros y automatizaciones, casi de transhumanización, celebramos la autenticidad y la certeza de que cada una de nosotras es única y diferente. Perfectamente imperfectas tal como somos, si dejamos salir todo lo que llevamos dentro. Creo firmemente que este nuevo mundo que está naciendo será en femenino o no será. El liderazgo que precisan estos tiempos tan disruptivos es más intuitivo, por que no tenemos modelo, mas auténtico y, claramente, más colaborativo. Dejamos de competir y pasamos a compartir y ésto nos hace absolutamente imparables e imprescindibles para gestionar, desde otro lugar, estos tiempos inciertos que nos va a tocar vivir. Son mujeres que estudiaron, trabajaron duro, cuidaron, sostuvieron, lideraron…y un día, frente al espejo no sé reconocen. La vida les devolvió títulos, experiencia y cicatrices, pero les robó la certeza de ser vistas en toda su grandeza. No importa el número de cursos que tengan, el número de idiomas que hablen o su habilidad para resolver casos complicados, el entorno no las ve con la autoridad, el magnetismo o la relevancia que saben que tienen dentro. Mi misión personal a través del club es ayudarlas a verse de verdad.

-Valores por los que destaca.

-Desde la autenticidad, sin disfraces, ni concesiónes. Apostamos por una belleza consciente: vestir el cuerpo y el alma con intención, no con moda pasajera. Desde lacoherencia interna hacerse ver y sentir valentía transformadora para treverse a desprogramar lo heredado y escribir las nuevas reglas.

-¿Qué ha supuesto este último año ?

-Mi salida de “ hibernación “ tras un tiempo largo de reflexión después de un accidente que me hizo parar para dejar el piloto automático., Quería recuperar el propósito y la misión y poner en valor mi experiencia de 64 años y más de 40 en el mundo empresarial para ponerla al servicio de otras mujeres a las que pueda servirle. Empecé mi actividad empresarial en 1983. En 1987 cofundo, con Alberto Rocha, AJE Galicia. Trabajo en diferentes sectores, liderando grandes equipos, restauranción, juego y moda y consultoría. En 2025 nace Club de Estilo Estratégico.

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