Víctor Flores: "Los jóvenes están recuperando un estilo cañero muy diferente al italodisco de los 80"

Casi 30 años después, es dj residente en Mondo y programador musical en diferentes eventos como O Marisquiño

Publicado: 22 ago 2024 - 06:00 Actualizado: 23 ago 2024 - 01:04

Víctor Flores, en el set de AtlánticoTV.
Víctor Flores, en el set de AtlánticoTV.

Víctor Flores comenzó su periplo en la música plantándose una noche delante del Vademecum con ganas de comerse el mundo. Ahora, casi 30 años después, es dj residente en Mondo y programador musical en diferentes eventos como O Marisquiño. La música lo acompaña siempre, en sus buenos y malos momentos.

Programador musical, dj residente, cercano a la cultura…una persona multifacética.

En realidad yo soy periodista, con una actividad muy cercana siempre a la música. Siempre giré alrededor de ella en la programación para clubes, festivales…y también como gestor cultural. Estuve doce años en marketing, trabajando para Red Bull en Madrid dirigiendo el departamento de cultura, pero siempre cercano a la música. Siempre está presente.

¿Cómo han funcionado los festivales y eventos en este 2024?

Creo que después de la pandemia todos los grandes y medianos eventos han funcionado muy bien. Había una inercia muy potente. Este año hubo algunos que no han funcionado, o directamente se han cancelado. El Vive Nigrán, por ejemplo, se transformó en un formato más pequeño. Tras la locura que traíamos después de la pandemia, ahora notamos una desaceleración pero es porque estamos volviendo al ritmo normal.

¿Quién es Víctor Flores y porqué se adentra en la música?

El año que viene haré 30 años como dj. Empecé en el 1995 en el Vademecum. Con el tiempo, ese lugar se convirtió en algo bastante icónico en la escena de toda España, nacido de las cenizas del famoso Ruralex. Ahora es Radar Estudios. Como programador, empecé a salir fuera por toda España para trabajar en clubes y festivales. A raíz de mi participación en la Red Bull Academy en Sudáfrica, el año siguiente me incorporé a la empresa. Mi familia venía del mundo de la notaría, y cuando les decía que quería ser dj, se sorprendían. Mi madre me dice que gracias a ello y a mi empeño, llegué a conseguir muchas cosas.

La noche noventera. ¿Tiene algo que ver con la actual?

Al final todo es una transformación continua. Hay muchas etapas y modas dentro de la música electrónica que llegaron y se fueron. Ahora, por ejemplo, me resulta curioso como algunos géneros que en los 90 no nos gustaban demasiado, como toda la máquina valenciana asociada a la ‘ruta del bakalao’, se encuentra muy en auge. Nosotros intentábamos hacer un techno más purista. Los jóvenes están recuperando, incluso dj femeninas, ese estilo cañero muy diferente al italodisco que había en los años 80. Aunque igual a nuestros hermanos mayores, esa música les parecía una horterada. No vivieron la ‘ruta del bakalao’, pero los jóvenes reivindican sus estilos musicales.

¿Y en cuándo al ambiente nocturno?

Existe una diferencia. En Vademecum el público venía a escuchar a los dj residentes, ahora eso no es muy habitual. Tienes que programar constantemente gente de fuera del club. Si no lo haces, no consigues esa atracción por parte del público. Hay que tener en cuenta que la labor del dj residente es dotar de personalidad al club. Antes nos pedían que pinchase el artista local y sacásemos fuera al que venía invitado, pero también se nota mucho en la gente que sale. La calle era la red social que había, se salía mucho más. Ahora hay más opciones de ocio. Los jóvenes prefieren quedarse en casa viendo Netflix e interactuando por internet.

En aquel tiempo había mucha conexión con Portugal.

Madrid o Barcelona nos quedaba lejos. Aquí teníamos locales como el Liquid, el Óxido, el 7/4…pero en el año 1993 descubrimos que en Portugal había unos clubes con un sonido muy bueno y unas programaciones tremendas. Íbamos casi todas las semanas de peregrinación a buscar música importada de Estados Unidos y ver a dj que no podías ver en otros sitios, ni siquiera en Barcelona. Entré en contacto con Kaos records, principal sello discográfico de allí y tenía una fiestas tremendas en Algarve, Oporto, Lisboa…Fue un movimiento fortísimo, estábamos más allí que aquí. De ello hicimos mucha conexión y traíamos a Vigo muchos dj, eso sí fue una verdadera conexión atlántica.

¿Se puede vivir sin música?

En mi caso, no. Para mí ha sido el motor principal de mi vida. Es una pasión, pero también me ha dado quebraderos de cabeza en más de una ocasión, somos algo especiales. Es un catalizador para expresar mis emociones.

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