Santiago Posteguillo: "Julio César fue populista o el primero en persuadir a grandes masas"

“Hacer el presentismo de intentar evaluar un personaje histórico con nuestra moralidad quizá no es justo”, asegura el novelista, autor de "Maldita Roma"

Santiago Posteguillo, tras la entrevista realizada en el set de Atlántico TV.
Santiago Posteguillo, tras la entrevista realizada en el set de Atlántico TV.

Santiago Posteguillo (Valencia, 1967) vende millones de libros, ha sido Premio Planeta y acaba de publicar “Maldita Roma”, el segundo de los seis volúmenes de su obra magna sobre Julio César, donde se inicia su carrera política hasta llegar a la Guerra de las Galias. Son otras 840 páginas de lectura muy ágil, casi de cine, con rápidos saltos de un lugar a otro. Posteguillo incluye en su novela, basada en hechos históricos contrastados, la visita de César a la Ría de Vigo.

En su libro se deduce que César tenía claro su destino y qué tenía que hacer para lograrlo.

Creo que César, influido por la educación que recibe por parte de su madre, termina siendo el líder de la facción popular en aquella época en Roma, la facción que quería un mayor reparto de riqueza y de derechos y tierra para el pueblo de Roma. Él se siente líder de esa facción y va a luchar por eso hasta el final. No tengo claro que fuera a conseguir sus objetivos, pero sí que iba a luchar por ellos.

¿Lo dijo así, que tenía claro su destino?

Esto es una cita que se inscribe en la obra de Shakespeare, “los hombres son dueños de su destino”, y es la forma en que él formula lo que probablemente fue una forma de ver la vida de Julio César, pero que yo recuerde no está en las citas clásicas dichas por él.

En la novela se hace mucho énfasis en la figura de su madre, que en algunos momentos incluso le dirige, ¿fue realmente así?

Sí que es cierto que la madre de César, Aurelia, era una persona muy culta, inteligente, de gran agudeza y que influyó en la vida de César, que creció sin la figura paterna en la medida en que su padre y tío fallecen en su adolescencia. Respetó muchísimo el criterio de su madre. En función de esa circunstancia, en efecto influyó mucho en su vida pública.

Otras mujeres también fueron su hija o Cleopatra.

No se puede entender la vida de César sin la relación que tiene con las mujeres en su entorno, que eran muy inteligentes. Él valoró mucho esas relaciones y ciertamente influyeron en su vida.

En su libro, aunque algo de pasada, da por buena la llegada de Julio César a la Ría de Vigo y en concreto a las Cíes, algo que le agradecemos.

Es difícil conocer con precisión todos los movimientos de César a lo largo de su vida. No podemos saber completamente a ciencia cierta si estuvo de veras en las Cíes pero sí es cierto que en su campaña contra los lusitanos hizo una navegación por la costa occidental de la península y es bastante posible que se detuviera en bastantes lugares en esta navegación y podría ser perfectamente en las Cíes. Siendo un vacío histórico, por qué no dejar que nuestro querido César se pegue un paseo por la Ría.

César fue ganando elección tras elección, lo que no sería tan sencillo. Era una democracia.

Había elecciones y había que ganarlas, había campañas electorales, había que prometer una serie de cuestiones y cumplirlas. Y César era muy coherente en ese sentido. Sorprendentemente, para los usos del siglo XXI, César era un político que prometía cuestiones y cuando salía elegido las cumplía. Eso favoreció que pudiera ganar cinco elecciones seguidas, No era fácil llegar a ser cónsul. Había que entrar en el Senado, presentarse a diferentes asambleas. César incluso utilizó estrategia política para modificar alguna ley electoral en su beneficio, sacando una elección de un Senado, que no controla, para que sea la asamblea del pueblo la que decida sobre algún puesto del “cursus honorum” al que estaba interesado presentarse.

De César, una de las personas más famosas de la historia, sorprende también que fuera tan brillante tanto como abogado, político y militar.

Claro, es lo que tiene cuando uno es tan inteligente, que podía brillar como abogado, en la primera novela de la saga, y ahora en la segunda lo vemos brillar tanto como político con sus maniobras y contramaniobras en el Senado, así como el emergente brillante estratega militar que se observa hacia el final de “Maldita Roma” en el inicio de las guerras de las Galias.

¿Fue el primer populista, tratando de hablar directamente con el pueblo no a través de las instituciones?

Creo que el populismo lo podríamos retrotraer a tiempos anteriores, en la antigua Grecia, donde algunos líderes atenienses se les acusaban de un cierto populismo. Incluso algunos tiranos de algunas grandes ciudades del Mediterráneo. Pero es verdad que César tiene una particular brillantez a la hora de presentarse sus argumentos ante el pueblo de Roma y persuadirlo de que es él y no otro el que tiene la razón. En ese sentido, como brilla particularmente en esta estrategia, si no el primer populista sí que es uno de los primeros que sabe persuadir a grandes masas con mucha astucia.

¿Fue un gran hombre, un genocida o las dos cosas?

Bueno, es lo que ocurrirá en la siguiente novela, en la Guerra de las Galias. César va a desarrollar estrategias militares propias del siglo I antes de Cristo. Hacer el presentismo de intentar evaluar un personaje histórico con nuestra moralidad, queremos pensar, yo también, más avanzada, del siglo XXI, quizá no sea justo para el personaje histórico en la medida en que él se va a desenvolver en una guerra donde no hay convención de Ginebra, no hay Naciones Unidas, no hay Cruz Roja, son cuestiones que se han ido añadiendo a lo largo de la historia. Y que las decisiones que César pudiera tomar sobre los vencidos serían las mismas o peores por parte de los vencidos si estos le hubieran derrotado. Tenemos que pensar también que era un mundo diferente.

¿Quería ser rey?

Es uno de los grandes dilemas de la historia. Creo que César no se planteaba ser rey, quería estar unos años en el poder para garantizar una serie de transformaciones políticas en Roma como hizo Sila y retirarse. Sus transformaciones iban en la dirección opuesta a las que había hecho Sila. Pero como a César lo asesinan el 15 de marzo del año -44, no podemos saber qué determinación habría tomado definitivamente.

Entonces no se sabe.

Es muy difícil saberlo. Solo podemos hacer proyecciones. La mía: creo que él no quería perpetuarse eternamente en el gobierno de Roma, pero sí hacer una transformación sustantiva de su gobierno.

¿El próximo libro será sobre Augusto? Parece lógico.

Pues podría ser un paso lógico, pero tengo ocho años por delante y si me lo permite hágame esa pregunta en 2031 porque ahora mismo ni siquiera podría dar una respuesta, porque ni yo mismo lo sé.

Augusto es un personaje oscuro.

Es un personaje mucho más complejo, sí, goza de una cierta popularidad, pero a mí me parece un personaje mucho más oscuro y sombrío, coincido.

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