Santiago Díaz: “La novela negra abarca todos los géneros, da al lector lo que busca”

Santiago Díaz (Madrid,1971) es un escritor y guionista de series de televisión como ‘El secreto del puente viejo’, ‘Malaka’ o ‘Yo soy Bea’. Acostumbrado al ritmo que marca la tele, ha desarrollado una faceta como literario. Su nueva obra, ‘Jotadé’, aborda una novela negra con tintes diversos y peculiares personajes que cuentan con una vida muy distinta a la estándar. Y eso engancha desde el minuto 1. Presentó esta semana ‘Jotadé’ en Vigo y A Guarda.

¿Cómo le trata Vigo en cada visita?

De maravilla. Me encantan estos encuentros con los lectores. Es una de las partes más bonitas de mi profesión. Poder presentar, charlar con ellos, que te cuenten lo que les ha gustado y lo que no… Al final, aprendes de ese feedback. Además, como me gusta comer y el clima, Vigo tiene todo lo que me gusta.

La novela, ‘Jotadé’, presenta desde un principio un crimen escalofriante y un policía particular. ¿Cómo describe a ‘Jotadé’?

La novela empieza con un ajuste de cuentas sangriento y duro. Algo que desgraciadamente todavía sucede en unos ambientes muy concretos. Yo quería retratar esa crudeza para situar a los lectores y eso es lo que tiene que perseguir ‘Jotadé’. Es un policía peculiar, sobre todo porque es gitano. Más allá del enunciado, puede sorprender, pero a él realmente le cuesta encajar, tanto en la comisaría como en la comunidad. Nadie se fía de él, pero es el encargado de investigar esos asesinatos. Es totalmente impulsivo, no hace nada bien. No cumple las normas y es un malhablado. Pero después es alguien muy leal y de buen corazón. Y muy intuitivo.

Así como ‘Jotadé’ tiene muy definida su personalidad, también la tienen los otros personajes. ¿Ha costado mucho ese trabajo?

Lleva un tiempo. Vengo de la tele y ahí trabajamos mucho las características de los personajes antes de lanzarlos. Y me gusta hacer una biografía, porque terminas conociéndolos tan bien que, cuando les pasa algo en la novela, sabes perfectamente cómo van a reaccionar. Eso ayuda y es una de las cosas que me gusta al escribir. Es importante detenerte un poco a hacer ese trabajo de campo, porque los escritores queremos empezar a escribir y ver resultados. Pero crearlos con mimo da verosimilitud al relato. Que sea real con una base cierta, no me gusta hacer locuras.

El ritmo se podría catalogar de frenético.

Es la herencia del mundo de la tele. Donde pasan muchas cosas, muchas tramas en paralelo y los capítulos tienen que terminar en alto. Eso le da una velocidad que a mí me encanta. Algunos me dicen que han querido leer en la cama 15 o 20 minutos de la novela y se han tirado varias horas. Me encanta eso.

¿Por qué se encuentra en auge la novela negra en el público adulto?

Mezcla todos los géneros posibles. Antes, las novelas eran diferentes: negra, policíaca, de acción… Pero ahora ya se ha juntado todo en una sola, porque necesitamos llegar a más público. Si te descubren quién es el asesino en la página 50, adiós novela. Pero si tienes otros mimbres donde sujetarte, introduces amor, persecuciones, fantasía… Hace que todo el público encuentre lo que busca.

¿Ser guionista ayudó a desarrollar la faceta de escritor?

Todo lo que he aprendido viene del mundo de la tele. Eso aplico a mis novelas. Procuro ser honesto, no meterme en líos y sabiendo que son diferentes códigos a la hora de escribir. Pero viene heredado del guion y eso me enorgullece. Al principio me costaba, me decían que se notaba en mis novelas que era guionista. Pero si eso significa que la gente se divierte leyéndome, bienvenido sea. En la tele necesitamos mantener a los espectadores a pesar de las pausas publicitarias. Que no se fuesen a otra cadena. Y eso se conseguía no metiendo paja en el relato.