Ricardo Misa: “Hemos tenido que volver a hacer lista de espera para atender a familias”
"Las empresas que nos ayudan también están afectadas por la situación económica y las donaciones ya no son suficientes"
La asociación Vida Digna lucha diariamente para que las familias más desfavorecidas de la ciudad puedan llegar a final de mes. Y en Navidad, el esfuerzo es doble intentando que ningún niño se quede sin juguete. Su presidente, Ricardo Misa, desgrana la situación actual.
Vida Digna ya tiene todo en marcha para que niños y familias no se queden sin sus regalos y cenas de Navidad.
Sí, entra dentro ya de la normalidad durante todos estos años que llevamos trabajando, esperando que lleguen estas fechas y que estemos a tope. Estamos en un tiempo de mucho trabajo, pero muy ilusionante. El hecho de poder esforzarnos por conseguir, por medio de nuestra mascota Digna, amigos y amigas que ayuden a los Reyes Magos a hacer llegar la ilusión a los hogares de las familias que atendemos habitualmente es muy bonito.
¿Cuántas familias atienden a lo largo del año en Vida Digna?
Decir un número concreto es bastante complicado. Lo que sí puedo decir es que desde el mes de septiembre hasta hoy hay 800 personas nuevas. De hecho, hemos tenido que volver a hacer una lista de espera y hemos podido dar durante estos meses de alta a 800 personas. Lo cual habla bien a las claras de la situación que estamos atravesando a nivel económico en todos lados, no solamente en Vigo. Nosotros hacemos lo que podemos. Queremos agradecer, por supuesto, a las instituciones y a muchas empresas que colaboran con nosotros, porque sin esa colaboración la labor que estamos realizando sería totalmente imposible.
¿En el comedor se hace algún tipo de cena especial de Navidad?
Sí. Nosotros preferimos llamarle Tardebuena, porque la hacemos sobre las siete de la tarde para que después cada voluntario pueda acudir a sus hogares a disfrutar con sus familias. Pero es un momento también precioso.
Crecen las dificultades económicas en la ciudad, pero a su vez parece que también crece la solidaridad por parte de los vigueses.
Vigo es una ciudad súper solidaria, siempre lo hemos dicho. Si no llega a ser por la solidaridad de los vigueses, de las empresas viguesas, de las instituciones que tienen que ver con Vigo, nuestra labor sería totalmente imposible. ¿Qué ocurre? Que las personas o las empresas que habitualmente nos ayudan también se ven afectados por la situación económica y las donaciones son las mismas. Entonces, las donaciones o las ayudas recibidas, aunque la intención es muy buena, vienen a ser insuficientes para la cantidad de personas que están necesitando, a su vez, cada vez más ayudas. Uno de los problemas que más acucia a las familias es el precio de la vivienda. Se está llevando ya no la mitad del sueldo, sino mucho más. Nosotros tenemos familias que trabajando el padre y la madre tienen que acudir a asociaciones como Vida Digna o como otras muchas para poder llegar ya no a finales de mes, sino prácticamente al comenzar el mes. Eso nos habla de la situación que atravesamos a nivel microeconómico.
Y aparte del comedor, ¿qué otros servicios ven que están reclamando mucho por parte de Vida Digna?
El ropero es algo esencial. Vida Digna, a día de hoy, tiene uno de los roperos que subsisten a lo largo del tiempo. Había muchos roperos antes de la pandemia, muchos de ellos cerraron con el covid. Ofrecemos a 25 familias cada viernes por la mañana la posibilidad de acudir al ropero y llevarse ropa de abrigo, la ropa necesaria para los niños, para el colegio, para todas estas cosas. Pero algo que hemos detectado que es muy necesario es las aulas de apoyo para los niños, por ejemplo, porque a veces vemos aparecer a papá o mamá con el niño a un reparto de alimentos. Hemos reforzado nuestras actividades con clases de apoyo, refuerzo escolar, clases de inglés, clases de informática para adultos, iniciación a la informática y además, clases de mates específicas, que las mates parece ser que se les atraganta a casi todos los escolares. Nosotros lo que hacemos es atisbar un poquito el horizonte y ver qué es lo que hace falta. En base a eso vamos implementando proyectos.
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