Pablo Izard, campeón de España de kickboxing: "Mi objetivo es ser campeón del mundo amateur"

“En la preparación de un combate vivo pegado a las básculas: la mía y la de la comida”

Publicado: 04 jul 2023 - 03:00 Actualizado: 04 jul 2023 - 07:42

El campeón de España de kickboxing visitó la redacción de Atlántico.
El campeón de España de kickboxing visitó la redacción de Atlántico.

Cuando charlas un rato con Pablo González Izard (Vigo, 1996) entiendes rápidamente que los prejuicios sobre los deportes de combate no son más que papel mojado. Seis veces campeón de España de kickboxing, con victorias en Copas del Mundo y la ilusión intacta por seguir ganando. Además, promotor y entrenador. Y con un discurso agradable y meditado que contraviene su mote de ‘Diablo’.

¿De dónde viene el apodo?

Soy una persona muy tranquila, pero cuando me subo al ring, tengo mi álter ego y me come el personaje. Como si fuera un diablo.

¿Esa energía diabólica es ventaja o desventaja?

En ocasiones, desventaja. Es bueno ser frío en el ring y pensar. De hecho, no estás peleando, estás compitiendo. En otros momentos, hay que tirar de casta. Es importante tenerla, pero controlándola a tu favor.

¿Cuesta dejar atrás ciertos tópicos alrededor de los deportes de combate?

Me gusta intentarlo y ser abanderado de que tú puedes ser un chaval normal de barrio, a la vez que un tío disciplinado, que simplemente practica ese deporte. Si hiciese tiro con arco me gustaría ser de la misma manera. Lo que tengas que demostrar, lo demuestras en el ring.

¿Sigue costando explicar a los padres que estos deportes son beneficioso para su hijo o hija?

Cada vez está mejor visto. Los deportes de contacto están en auge. Hay muchísimos campeones a nivel internacional, ya sea de MMA, de boxeo, de kickboxing. Muchas veces son los padres los que me dicen: “Mi hijo está todo el día en casa, quiero que entrene, quiero que haga algo de deporte”.

¿Cómo empezó a practicar?

Nunca había sido un sueño. Había probado bastantes deportes, quería ponerme en forma y me rondaba la idea de saber defenderme porque, por desgracia, en este mundo es necesario. Además, te da mucha seguridad. Fue simple curiosidad. Entré en un gimnasio de artes marciales con 16 años y hasta el día de hoy, que tengo 27.

Y en ese camino hay seis títulos de Campeón de España. El último hace un par de meses.

Fue un campeonato divertido. Llegué con un punto de rodaje y experiencia que me permitió pensar mucho en el ring. Disfruté cada momento. Porque la alta competición no es lo que te venden como deporte sano. Te pone en situaciones que tu cuerpo y mente no pueden más. Pero en éste, disfruté muchísimo.

Y eso que fueron 3 días seguidos.

También ahí radica la dificultad de las competiciones amateur. Comparándolo con el boxeo, ser campeón olímpico me parece millones de veces más difícil que serlo en el campo profesional. En amateur, tienes un campeonato una vez al año, te citan y hay varias rondas. Eso conlleva lesiones, dar el peso a diario y que no tengas una pelea en primera ronda super lesiva. Es complicado, pero también engancha.

¿Cuál es la diferencia exacta?

La principal es el tipo de protecciones. Llevas unos guantes más grandes preparados como para proteger tu golpeo. En profesional, son bastante más finos, para proteger tu mano y no al oponente. Tampoco llevas protecciones en las piernas. En amateur buscas más el puntuar y en profesional buscas hacer daño y terminar la pelea.

¿En qué se basa para elegir un campo u otro?

Normalmente, las preferencias suelen ser económicas. En profesionalismo se mueve más dinero a niveles altos pero también a esos niveles es bastante complicado llegar. En amateur tienes que vivir más de subvenciones, aunque ahora que parece va a ser definitivamente olímpico se podrá vivir más de ello. Ser campeón del mundo amateur es mi objetivo. Es un sueño. El día que lo consiga, porque lo conseguiré (ríe), ya habré cumplido mis metas en la vida. El profesional también es un sueño, pero lo veo más factible porque yo podría tirar del ranking y desafiar a algún campeón mundial con mi título de España. Si pierdo, lo desafío en tres meses y así sucesivamente. Puedo ir probando a lo largo de los años. En amateur es cada dos años, no eliges rival, ni fecha, ni lugar y tienes que pasar cuatro o cinco rondas. Es muy complicado.

¿Cómo es la preparación para un combate profesional?

Si no estoy en temporada me tienen que dar tiempo. Pero si lo estoy, las condiciones están bien o hay un título en juego, la cojo con cuatro semanas. A veces pasa que te llaman una semana antes o dos para que tu preparación no sea buena. Yo prefiero no pelear a no dar 100%. El proceso es como hacer una casa: tengo una persona en cada ámbito. Un preparador físico, un nutricionista y un fisioterapeuta. Tengo la gran suerte de que estén conmigo.

¿Y la alimentación?

Vives pegado a las básculas. La tuya y la de la comida. Peso los hidratos, la proteína, las grasas… Si es un combate en el que me exigen un peso más bajo respecto del natural, hay que hacer estrategias de cortes de cortes de peso como deshidratarte, vaciar los depósitos de glucógeno… Mucho, mucho sacrificio.

Imagino que es difícil sostener eso a nivel mental.

Desde hace un par de añitos me gusta la meditación. Pero a mi aire. He leído libros de autoayuda, pero a mí me gusta más visualizar. Cuando estoy muy estresado, me siento en mi cama, cierro los ojos, controlo la respiración, visualizo mucho y me convenzo a mí mismo: “Mira el proceso por el que has pasado, lo que te ha costado, ya estás aquí”. Me automotivo. Como hace unos años que no tengo la figura de un entrenador, tengo que tirar mucho de mí.

Ha ganado el oro en tres copas del mundo. ¿Cómo es el nivel internacional en comparación con España?

Cada vez menos. En España tenemos una gran selección y la verdad los chicos cada vez se animan más a salir a las Copas Mundiales, algo que me parece imprescindible, Si quieres sacar resultados en Mundiales o Europeos, no te pueden soltar ahí directamente. Tienes que testear. En este circuito no te vas a encontrar exactamente lo mismo, pero sí mucha gente de nivel.

Muy importante, entonces.

Cada vez le doy más valor. Vengo de perder en cuartos en Budapest, que la gané hace dos años. Cuando bajé del ring, pensé en que sí que lié hace dos años cuando cuando gané”. Son cosas que ves con la perspectiva.

Fuera del ring, trabaja mucho en divulgar el kickboxing. ¿Qué es lo que más echa en falta para una mayor visibilidad?

En los medios habéis sido encantadores. Os agradezco la visibilidad que nos dais. En el último evento que he hecho, La noche del barrio 2 en As Travesas, los trámites burocráticos para la solicitud del pabellón fueron difíciles en comparación con otros Concellos. Yo simplemente les digo que me dejen el pabellón y yo hago el resto. Va a estar repleto, con un evento bonito. A nivel empresarial, siento mucho apoyo por un lado, pero mucha decepción por otro. No es fútbol y cuesta muchísimo llegar a donde estamos. Estamos hablando de deportes y de salud física y mental.

Entre esas cosas que hace fuera, está la parte de promotor.

Me gustaría hacer un evento sin participar yo. Pienso en la primera velada y creo que no es que tuviera valor, es que era un inconsciente. Era mi primer título profesional a cinco asaltos, mi primera cita como organizador y el debut de mis chicos. Salió bien porque dios lo quiso y porque había mucho trabajo detrás, pero pudo haber salido muy mal. La segunda vez ya te quitas muchos nervios. Aun así, es estresante.

Y luego el lado de entrenador. ¿Cuánto aprendes de los chavales?

Muchísimo. Poder entrenar con ellos, que les inspire… Para mí eso es el mayor sueño. Que me escriba gente diciendo que le he ayudado es increíble.

Y en el horizonte está ese sueño del Mundial en Lisboa.

Tengo muy buen feeling. Me considero una persona espiritual y algo me dice que en este mundial la puedo liar. Es cerquita de casa, tengo la temporada muy estructurada y vamos muy bien. Sabemos qué errores hemos tenido y eso me va a ayudar mucho a llegar en buena forma física. Estoy muy motivado y ojalá todo salga bien.

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