Mercedes Corbillón: "Me resultó difícil escribir sin trama, quería conectar con el lector"

Mercedes Corbillón, escritora

Publicado: 28 abr 2023 - 00:19 Actualizado: 28 abr 2023 - 12:06

Mercedes Corbillón visitó Atlántico para hablar de su libro.
Mercedes Corbillón visitó Atlántico para hablar de su libro.

Mercedes Corbillón es una de las fundadoras de la librería Cronopios con sedes en Pontevedra y en Santiago. Desde este espacio ha ido construyendo una vida en torno a la literatura y, hoy en día, es una voz respetada y frecuente en eventos literarios. Su último libro, “La belleza debe morir” cuenta una historia de amor y desamor, donde la libertad y la cárcel sentimental van de la mano.

La belleza debe morir. ¿Es acaso culpable de algo?

De mucho. El desamor nos sume en una situación de regodeo, en un remolino que te arrastra hacia el fondo donde se sufre mucho y de una manera racional. La protagonista se deja llevar mucho por la pasión, y una vez finalizado, el sentimiento sigue ahí y está intentando liberarse de ese dolor. Desea que la belleza muera.

Una novela donde cualquiera puede verse reflejado pero absolutamente impersonal.

Los protagonistas no tienen nombre porque la mujer se dirije a su amante que ya no es. Esa pasión le lleva a hacer dudar hasta que punto ha existido, si ese amor ha sido real o lo ha soñado. Empieza a entrar todo en duda y decide no ponerle nombre a esa pasión, por tanto yo decidí que la novela fuera impersonal. Quería jugar con la idea del amor como algo díficil de entender, y ponerle nombre era ponerlo demasiado en la tierra.

Tampoco se continúa un hilo argumental. ¿Que quiso conseguir con ello? Me resultó difícil escribir sin una trama concreta, pero quería conectar con los sentimientos del lector. Desde las tripas, con exploración de las relaciones y los sentimientos. Mi intención era que fuese lenta.

¿Y el amor también es algo impersonal?

Las relaciones de amor son cosa de dos. Uno no se introduce en ese remolino solo. Sí me preocupaba que se de por supuesto que sea una mujer la protagonista. Creo que no hay nada como el amor que nos ponga en esa tesitura arrebatadora, que te hace ver el mundo de una forma distinta, en ese momento de pasión muy álgida. A la protagonista perderlo le da mucha pena y quiere salir de ese dolor, pero al mismo tiempo implica que eso se acaba de forma definitiva, y eso también es difícil.

La protagonista se muestra libre, pero también enseña las cadenas que le ata al amante. ¿Cómo se entiende esa contradicción?

Hablamos de las relaciones en la perspectiva de las mujeres y pensamos que en todos los fracasos amorosos las mujeres nos encontramos con un saco de basura, con depresión. No me gusta esa idea. Quería contar una historia que no implicase una crítica o una visión del mundo negativa. Quiere vivir su deseo y no necesita un amor de su vida. Ante ello me gusta esa parte de libertad de ella. Pero se enreda en un juego peligroso que alimentan ambos, con mucho duelo y órdagos constantes. Acaban sintiendo y sufriendo ambos.

En la novela habla de Vigo, pero sobre todo de Venecia, ¿Por qué esas localizaciones?

Vigo sale muy poco, con el recuerdo de las Islas Cíes de fondo en un ático. Venecia la muestro de una forma totalmente distinta a la conocida. De invierno, muy fría. También me sirve como metáfora del amor que sientes, porque la ciudad está amenazada por el agua, también se va a morir. Eso me daba juego a paralelismos con los portagonistas.

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