Manuel Pérez: "Si en Venezuela hay libertades económicas y sociales, la mayoría de Vigo van a retornar"
"Los venezolanos siempre tienen palabras bonitas al referirse a España como la tierra madre, por la cantidad de gallegos que había allí", asegura el presidente de la Asociación Amigos de Venezuela en Vigo
Manuel Pérez es presidente de la Asociación de Amigos de Venezuela en Vigo y de la Federación Venezolana de Galicia. 23 años en Vigo, vive con preocupación las últimas problemáticas de su país, así como todos los venezolanos residentes en la ciudad y que ya son 9.201. La nacionalidad extranjera más presente. Celebran el próximo 13 de diciembre una fiesta de Navidad en el Hotel Los Escudos, con música y mucha diversión.
Más de 9.000 venezolanos residentes en Vigo. ¿Cúal es ese nexo que tienen ambos territorios?
Galicia y Venezuela tienen lazos muy fuertes. Los venezolanos siempre tienen palabras bonitas al referirse a España como la tierra madre, por la cantidad de gallegos que había allí. Fueron antes allí a quedarse e integrarse. Construyeron iglesias, escuelas… En la gran migración gallega podemos hablar de un millón y medio de gallegos que salieron de Galicia. Ahora, imagínate la magnitud de 8 millones de venezolanos que se fueron en este tiempo. Sobre todo, los lazos son potentes con Vigo, porque después de Madrid y Barcelona, Vigo suena mucho. La gente habla de las luces, en internet se encuentran que es una de las mejores ciudades de España para vivir. Por eso, aparte de los lazos ya existentes, Vigo es una ciudad muy interesante.
Ya incluso llegan venezolanos que antes habían emigrado a otro país de Sudamérica.
La inmigración venezolana se fue a todas partes del mundo. Son 8 millones, un número muy alto. Se fueron a Colombia, Perú, Chile… Pero ahora estamos viendo cómo realizar una segunda migración y vienen a Vigo. Es un efecto llamada de la gran ciudad que es.
Se están viviendo tiempos convulsos en Venezuela. Los residentes en Vigo, ¿le ven con preocupación?
Se descubrió la situación venezolana, que es bastante triste y lamentable. Hay un tema complicado en el Caribe y los medios internacionales ya han sentenciado que hay un narco régimen que ha gobernado el país durante muchos años. Venezuela se convirtió en objetivo. Se exportó un poco hacia el exterior los problemas internos del país. Entonces, países como Estados Unidos dijeron basta con esta situación. Eso está generando una situación muy difícil y muy complicada, pero no se observa mucho dentro del país. He hablado con primos y familiares allí, y el país está en esa calma tensa. Me dicen que en lo que pueden, están pendientes, aunque tienen poca red. Pero no se están enterando de lo que está pasando. Y cuando no te enteras, no te preocupas. Posiblemente, los que estamos fuera estamos más preocupados que los que están allí. Si resulta que no hay luz, si cortan el agua o ponen una bomba en algún sitio equivocado, puede ser que el terrorismo interno se aproveche de esas cosas. Por eso estamos nerviosos, sobre todo con el cierre de las comunicaciones aéreas.
Choca ese nerviosismo con la tranquilidad que parece tener la sociedad venezolana.
Es verdad que nosotros tenemos una sobreinformación. Tenemos muchas opciones para poder informarnos y tenemos más conocimiento de lo que pasa que los que están adentro. Pero yo esas situaciones ya las viví en Venezuela. Llevar un tiempo sin agua, sin luz, sin aeropuertos y sin gasolina. Si sucede aquí y ahora, yo me desespero. Pero allí tienen esa experiencia que aquí no existe.
El cierre de las comunicaciones aéreas impide viajar a Venezuela. ¿Cómo llevan los venezolanos no poder estar cerca de los suyos?
Tengo varios socios de la asociación que han estado ahorrando para ir a Venezuela y no han podido ir. Le daban la opción de ir por Colombia e ir de forma terrestre. Pero ir allí es abrir un problema, porque la situación está tensa. Mejor quedarse aquí y tratar de ayudar como se pueda, mandando dinero para que compren allí algún alimento perecedero.
¿Cómo ve los últimos ataques y declaraciones de Donald Tump a Venezuela?
Primero, tenemos que saber que esa guerra no es contra los venezolanos. Es contra un cartel que está instalado en el país y el 80 o 90% del pueblo ve positivo un cambio. Hay muchos laboratorios de droga, esos son los objetivos definidos y son los que tienen que tener el problema con Trump. El objetivo no será la población civil. Y los gobiernos tienen que luchar contra ese flagelo que es la droga. Eso acaba con los jóvenes, que tienen mucho futuro por delante. Todos deberíamos luchar contra eso, deberíamos unirnos.
En 2024 hubo elecciones a la presidencia del País. Unos comicios que conllevaron mucha polémica.
En el consulado de Vigo, creo que Maduro solo tuvo diez votos. Yo estuve en el reconteo. El 99% restante los obtuvo Edmundo. Además, todo el mundo sabía que las elecciones en Venezuela se ganaban por el voto exterior, porque la migración de 8 millones de personas no fue solo causa del terrorismo del Tren de Aragua. A Edmundo le pusieron muchas trabas electorales, y solo un pequeño grupo de fuera pudieron votar. Pero el pueblo salió masivamente, y en las actas originales se demostró que Edmundo ganó con el 70% de los votos. Todo el mundo estaba convencido de que el cambio venía, pero no se confirmó porque las elecciones fueron amañadas. Hoy en día, el gobierno no es democrático, nadie votó por él. Si gobiernas sin la mayoría del pueblo no eres demócrata. Eres un dictador.
¿Qué pasará si regresa una democracia a Venezuela?
Si se toman medidas y empieza a haber libertades económica, sociales, de prensa, la mayoría de venezolanos en Vigo van a retornar a Venezuela. Es un país con muy buen rollo, hay que vivirlo. El venezolano salió de su país porque no le daba lo que necesitaba. Y si retornan ahora, lo harían desde cero. Había necesidad, como la que tuvo mi padre cuando emigró de Galicia a Venezuela en los años 50. Y Vigo siempre ha estado ahí, con nosotros.n
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