Lorena Ares y Carlos Fernández de Vigo: "La animación es una técnica muy exigente como equipo"
“Los premios importan, pero dedicamos tres años a ‘Cafunè' porque hay una historia detrás”, explican los directores de la película nominada al Goya como mejor cortometraje de animación
Los cineastas vigueses Lorena Ares (LA) y Carlos Fernández de Vigo (CF) visitaron el set de Atlántico TV para hablar de su última película “Cafunè”, que acaba de ser nominada al Goya como mejor cortometraje de animación. Para ambos está será la tercera ocasión que aspiren a la estatuilla.
¿Cómo surgió la idea de este corto y cómo se llega hasta aquí?
LA. Pues la idea no es nuestra, surgió de un estudiante que teníamos en clase. Somos profesores de arte conceptual y de animación. Este chico, Chechu Ramírez, trajo un cómic de dos páginas que narraba la historia de una niña que estaba en una piscina y de repente, al caerse su muñeca al agua, la niña se lanzaba y revive todo el trauma que supuso cruzar en una patera y perder a su madre. Nos encantó la historia y le propusimos llevarla. Trabajamos en el guión, añadimos partes y final feliz porque nos parecía muy importante lanzar un mensaje de esperanza.
¿Qué equipo se necesita para sacar adelante un proyecto así?
CF. La animación es una técnica muy exigente en términos de equipo. Es numeroso, pero además tuvimos la suerte de contar con talentos españoles de ámbito internacional como los hermanos Grangell, Carlos y Jordi, diseñadores de personajes para directores como Steven Spielberg o Tim Burton; Almudena Redondo, directora de arte y ganadora de un Emmy con la serie “Visions” de Star Wars”para Disney; el compositor Miquel Salas, premio europeo con la banda sonora de “Un día más con vida” o Carlos Burgés, que nos ha hecho el título de producción y es el responsable del de “Gladiator”.
Hay mucho talento, trabajo y esfuerzo concentrados en 8 minutos.
CF. Y sobre todo cariño, sin cariño no salen estas producciones.
Llega a la nominación del Goya avalado por premios y una gran aceptación en festivales.
LA. Estrenamos “Cafunè” en el Festival de Málaga, donde fue galardonado, al igual que en Donostia. Lleva entre 164 entre selecciones y premios en estos meses. La verdad es que está haciendo un recorrido internacional también superbueno.
A partir de aquí, ¿qué recorrido le espera?
CF. La distribución está a cargo de Selected Films que hace un trabajo fantástico.Ya ha recorrido medio mundo en siete meses de festivales, cuando este itinerario suele durar dos años. Es un lujo para todo el equipo, porque al final estamos narrando una historia, que eso es el fin último. Los premios importan, pero dedicamos estos tres años, con un montón de recursos personales, de salud, de todo el equipo y económicos muy relevantes porque hay una historia detrás que nos parece importante contarla de una manera distinta, que es el drama de los refugiados que buscan una vida mejor. Hoy se puede ver Movistar Plus o en la web de Selected Films está toda la lista de festivales, donde lo proyectan. Tengo que decir que un premio importante para nosotros fue el de Amnistía Internacional, porque no sabíamos si teníamos la autoridad moral para tratar el tema. Denuncia algo que todos sabemos, que no se puede olvidar. Además, es un tributo al voluntario y un recordatorio de que la acción de una sola persona puede cambiar el mundo de otra o de otras.
LA. Siempre decimos que al final es una historia de amor.
¿Y esa llegada al público es más fácil ahora con las plataformas?
LA. A nivel de cortometraje es un facilitador y un democratizador, pero a nivel de largometraje, sí que creo que para los realizadores le facilita el acceso a cierto tipo de financiación y a más público. Pero a veces el estreno en cine es importante, en una pantalla gigante, con un sonido brutal. Creo que hubo un cambio de tendencia, antes iban muchas familias al cine, ahora van más los adolescentes.
CF. Como productor creo que las plataformas son un arma de doble filo. Son un cambio de modelo de financiación en el cine con sus pros y sus contras. Como cineastas en largometrajes trabajamos para la gran pantalla. Hay que diferenciar cuando hacemos cine para entretenimiento, que nosotros también lo hacemos, a cuando es una producción audiovisual con una visión artística que requiere verse en el cine.
Volviendo otra vez a “Cafunè”. ¿Cómo se combina ese sello de autor y la aplicación de la IA?
LA. Si hay un director o dos directores como en este caso, ya se está contando la historia de una manera particular, dan su visión, que está por encima del resto de factores. En este caso teníamos un equipo que también dejó su huella. Lo maravilloso en la creación del cine es que el departamento de dirección enriquezcan la visión inicial. Trabajamos con medios digitales, pero al final no deja de ser una persona dibujando en una tableta e imprimiendo un poco su trazo.Tenemos un laboratorio de inteligencia artificial, Profesor Octopus, pero en este caso no lo hemos utilizado.
CF. La visión como realizador no puede estar supeditada a las herramientas, tienen que ayudar a trasladar esa visión que tiene dirección. Con otros directores sería otro producto, es otra obra, es otro mensaje. Nuestro laboratorio de Inteligencia Artificial es muy grande, lleva ocho años, investigando con dos universidades y varios centros tecnológicos. Gestionamos una inversión muy relevante y tenemos a 20 personas trabajando en su aplicación al audiovisual. La autoría se va a mantener, aunque pasarán cosas que no nos gustarán. Otras serán buenas. Tengo 51 años y no he podido dirigir mi primer largometraje hasta los 40 ¿No estaba preparado a los 30? Creo que sí, pero no pude alcanzar a que confiaran en mí los enormes recursos económicos que hacen falta para dirigir un largometraje. Sin embargo, dentro de unos dos años, mi yo del pasado, si tuviera 20 años, sí podría demostrar mis capacidades como realizador utilizando muchas de las herramientas que hoy se están fraguando.
¿Eliminará la producción cinematográfica tal y como es ahora?
CF. En mi opinión no, no va a suceder, pero sí que la va a cambiar. Sí que se van a integrar ciertas herramientas que cambiarán ciertos procesos y van a cambiar profundamente algunos de ellos, pero seguirá habiendo algo inherentemente diferenciador allí donde hay un equipo de personas. Lo que sí va a suceder algo y es que se va a exigir muchísima calidad a todo el equipo humano.
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