José María Figueroa: “Instalar un cargador eléctrico no es rentable, ni va a serlo en muchos años”
El presidente de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio explica que "dos tercios del parque automovilístico se mueve con vehículo usado, que sigue demandando combustible tradicional"
José María Figueroa es el nuevo presidente de la Asociación de Estaciones de Servicio de la Provincia de Pontevedra. Da el relevo a Benigno Redondo, que llevaba 14 años al frente de la organización. El nuevo presidente tiene estación de servicio en Baiona y es la tercera generación de la empresa.
¿Cómo está cambiando el negocio de las estaciones de servicio?
Si mi abuelo lo viera se asombraría de cómo evolucionó todo. Es una evolución natural, pero sí que es cierto que estamos en un momento de incertidumbre. Ante una descarbonización necesaria, que todos asumimos como tal, pero que se está planteando un poco por decreto sin aprovechar todas las posibles tecnologías para hacerla mucho más rápida. Se está apostando todo a una carta, que es al vehículo eléctrico, que es una opción, evidentemente, pero que implica una reconversión grande del parque de movilidad, pero sobre todo una reconversión de las infraestructuras, que posiblemente no vaya a ser tan rápida como se prevé. Además, es una descarbonización que puede tener unas consecuencias geopolíticas que no son tan deseadas, porque al final se necesitan nuevos materiales, que hay que ir a buscarlos a zonas donde nosotros no tenemos esos recursos.
¿Cómo se están adaptando las estaciones de servicio de la provincia de Pontevedra a esta nueva movilidad?
Pues fíjate, se están instalando cargadores en todos los puntos. Primero van los puntos que tienen obligación, porque instalar un cargador eléctrico no es un elemento que sea rentable, ni va a ser rentable en muchos años, y el coste de instalarlo es muy alto. Entonces, se está aprovechando que hay operadores que gestionan una gran cantidad de cargadores y proponen una especie de alquiler a cambio de ceder un espacio.
¿Por qué cree que no van a ser rentables?
Porque hay muy poca demanda, de momento, de carga en estaciones de servicio y tiene que haber un cambio muy grande del parque. Claro, muchas veces se dan las cifras de venta de coche nuevo, pero dos tercios del parque automovilístico se mueve con vehículo usado, que sigue demandando combustible tradicional. Entonces, el horizonte de amortización de un cargador eléctrico es muy amplio. Con el hándicap de que hablamos de un mundo con la incertidumbre de no saber lo que va a pasar en cinco o diez años, que es cuando entra esta obligación de no vender motores de combustión.
¿Notan ya un descenso de la venta de combustibles?
En líneas generales se sigue vendiendo combustible, claro, no se vende el mismo combustible por instalación, y eso nos obliga a buscar nuevos negocios que refuercen o que permitan soportar las estructuras que ya tenemos, porque al final nosotros tenemos una estructura de servicio que es atendida. Entonces, claro, tenemos que compensar necesariamente con la facturación y la generación de margen, soportar esa plantilla. Es nuestro modelo y es el modelo por el que seguiremos apostando, porque le gusta a la gente.
¿Y con qué están supliendo, qué otros negocios están introduciendo?
Las tiendas de las estaciones de servicio están creciendo. Porque dimos con una fórmula, que es que las convertimos en verdaderos minisupermercados, con precios de supermercado. Claro, unos años atrás, ir a una estación de servicio a comprar cualquier cosa, temerario y solo lo hacías como último recurso. Hoy las estaciones de servicio, en sus tiendas ofrecen modelos de precios competitivos, que obviamente no se pueden comparar con un supermercado tradicional, porque nuestro horario nos obliga a tener mucho más personal disponible más horas, y en los fines de semana. Pero conseguimos romper ese tabú, porque nuestro ADN es servicio. Los lavados, es un negocio tradicional y siempre relacionado con las estaciones de servicio, ahora una nueva tendencia son el ser punto de recogida de paquetería. Al final nosotros lo que queremos es que la gente nos siga percibiendo como lo que somos, un punto de servicio para todo. También hay estaciones de servicio que están incorporando servicios de lavandería. Las cafeterías es algo tradicional en determinados puntos.
Viven en un mundo en cambio permanente.
Sí, nuestro sector implica una evolución grande. El problema es que tenemos que ir explorando nuevos negocios, porque incorporar nuevos combustibles es muy complejo, porque las instalaciones son costosas y solo se justifican si tienes una demanda en tu entorno. Si no, podemos tener muy buena intención, pero nos damos un tiro en el pie.
Así que les esperan años de intensos cambios.
Sí, nos esperan años de mucha reflexión y, sobre todo, de mucha expectativa sobre un mundo que en diez años será muy diferente. El otro día hablaba con mis sobrinos de la película “Regreso al futuro”, que era en el año 1985 y uno de los viajes al futuro en 2015 y preveían coches voladores. No llegamos a eso pero sí va a cambiar mucho.
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