Jorge Cuntín: “Hay que adaptarse a la inteligencia artificial en cursos de formación”
Presidente del Grupo Método
“Trabajamos con convocatorias y hay parones; es necesario un mecanismo de estabilidad para que sean cíclicas”
Jorge Cuntín se licenció en Ciencias de la Educación por la Universidad de Santiago de Compostela y comenzó su carrera profesional en 1985 como técnico de formación y empleo en el Concello de Santiago. Diez años después da un giro hacia la docencia y en 1999 crea su propia empresa en Vigo, Método, que ahora cumple 25 años. Además, es autor de múltiples publicaciones de estudios de necesidades de formación, evolución de sistemas productivos y de guías didácticas.
El grupo cumple 25 años.
¡Y qué rápido han pasado! Ha sido mucho trabajo, mucha actividad, mucha gente que ha pasado por la empresa y, sobre todo, mucho talento.
¿Cómo fueron los inicios?
Trabajaba en el sector, en una fundación que era bastante fuerte a nivel nacional. Llegó un momento en que me apetecía emprender por mi cuenta. Empezamos en el área de proyectos, Método es muy conocida por la formación continua, pero nosotros empezamos en el área de proyectos, de estudios de necesidades de formación, de estudios europeos y después poco a poco el mercado nos fue llevando a la formación.
En este momento dan formación en multitud de sectores, pero ¿empezaron con alguno en concreto?
Empezamos con el sector de la industria agroalimentaria. Teníamos clientes importantes, primero la UGT en el sector de alimentación y también empresas como Calvo, Jealsa o Isabel. Después llegamos a la informática.
Método se ha convertido en un referente de la formación en Galicia y en España e incluso se han internacionalizado. ¿Cómo ve los inicios y la empresa hoy?
Veo una empresa madura. Una de las cualidades de Método es que el equipo inicial, los directores, los técnicos y muchos trabadores, continúan después de 25 años con nosotros y hemos pasado varias crisis. Creo que el éxito está en el personal que tenemos y esa experiencia. Método no es una fábrica, no tenemos maquinaria, nuestro medio de producción es el talento y son las personas. Así que siempre hemos intentado cuidar a nuestros trabajadores.
Más de 600.000 alumnos formados, más de 30.000 cursos, más de cien proyectos internacionales.
Este año hemos tenido más de 60.000 alumnos. En los inicios cuando teníamos 500 nos parecía una barbaridad. Era mucho, porque antes la formación era presencial.
La formación on line fue un cambio significativo para el mundo de la formación.
En el año 2002 iba a visitar clientes y a convencerles de que la teleformación era el futuro. Me decían que la gente no la querría. Nosotros fuimos muy punteros. Otro hito importante fue la prevención de riesgos laborales on line. Esto supuso un crecimiento importante.
¿Cómo fue el salto a España?
Hasta el año 2003 éramos Galicia y de hecho nos llamábamos Método Galicia. En el año 2004 vamos a Madrid y ahí se nos abrió todo un espacio. Ya teníamos cuatro años de experiencia, teníamos el talento y llegamos a Madrid para un mercado que estaba despuntando. La Forcem, como se llamaba antes, (Fundación para la Formación Continua, que gestionó la Formación Profesional Continua en España hasta 2004), tenía muchos fondos.
Y luego el mercado internacional.
Tener a Portugal al lado nos favoreció mucho y empezamos con el primer Equal, con proyectos internacionales de Galicia y Portugal. Además, desde 2018, Método forma parte del consejo de administración de la Universidad Atlántica de Lisboa. La cogimos en un momento crítico y con otras empresas del sector la hemos levantado y está muy bien valorada. Es un proyecto muy ilusionante para el equipo.
¿Qué se ofrece en la Universidad Atlántica de Lisboa?
Esta muy especializada en el área de salud. Tenemos fisioterapia, enfermería y gestión hospitalaria. También está especializada en el área de las ingenierías. Ahí tenemos aeronáutica e ingeniería de los materiales. Este año hemos empezado con farmacia y tenemos psicología. Tenemos un proyecto de nuevos aularios, sobre todo para las nuevas carreras que estamos poniendo en marcha, y una residencia de estudiantes, para ofrecer un proyecto global. Además de alumnos portugueses, hay de Francia, de China y otros países.
¿Cuántos alumnos tiene la universidad?
Son 6.000 alumnos. Estamos pendientes de que cambie la legislación en Portugal y que podamos empezar a dar grados on line, así que el aumento sería exponencial, como ya está pasando en universidades privadas españolas.
¿Hay otros proyectos internacionales?
Tenemos en Colombia y hemos hecho proyectos europeos con Rumanía. Estuvimos en Bulgaria y en Chile también. Cuando hicimos este proceso de internacionalización fue a raíz de la crisis de 2014. Teníamos que abrir nuevos mercados, pero una vez que vimos que en España volvía a haber movimiento decidimos dedicarnos más a nuestro país.
Personalmente está implicado en la formación, tanto como presidente del grupo y como formador.
Porque yo empecé de cero. Me conozco todo. Empecé buscando alumnos, montando cursos y buscando profesores. Cuando en mi equipo plantean algún problema, de manera automática me sale aportar soluciones. No es que sea más listo, sino la intuición de tantos años. Llevo desde los 25 años y ahora tengo 68.
¿Cómo es el equipo de Grupo Método?
Estamos estructurados en departamentos y hemos ido creciendo poco a poco. Al inicio éramos 13 personas y este año hemos tenido nóminas de 600 contratos. Hemos tenido este año un proyecto, en UTE con otras empresas del sector, en el que hemos formado a 118.000 mujeres en municipios de menos de 20.000 habitantes de Andalucía, Castilla-La Mancha, Valencia, Canarias, Murcia y Extremadura para digitalizar con fondos Next Generation. Daba gusto ver esas finalizaciones de cursos masivas, con aplausos y abrir un horizonte personal y laboral de estas mujeres.
¿La formación es diferente según la comunidad?
Cuando trabajas con fondos públicos la Administración hace su batería de cursos. Ellos tienen sus mecanismos y estudios de necesidades de formación. De ahí sale la foto de lo que hace falta. Cuando sale una convocatoria hay una serie de criterios y exigencias. Nosotros lo que hacemos es adaptarnos a las necesidades de cada territorio, pero sobre lo que nos marca la Administración. Hay un seguimiento muy estricto, estamos hablando del dinero de todos los españoles y hay que hacerlo con calidad y muy bien. Es una responsabilidad muy grande de los centros de formación.
¿Cómo es la captación de talento?
Tenemos un departamento de recursos humanos con sus propias herramientas. Además, en 25 años somos un referente y nos llega mucho curriculum y mucho talento. En un principio nos costaba, pero ahora tenemos la fortuna de que somos una entidad conocida, que cumple con sus compromisos con los trabajadores. Para nosotros es un honor que quieran trabajar con nosotros y los cuidamos para seguir colaborando año a año. El problema que tenemos es que trabajamos con convocatorias. Entonces hay unos parones. Si fueran constantes no tendríamos estos altibajos y es, como empresario, lo que más me duele de este sector. Pero hay mucho talento en la formación continua y Método tiene un equipo muy implicado, que trabaja cohesionado.
Cumplir 25 años es un hito importante. Echando la vista atrás ¿cómo lo ve?
No tengo palabras. Jamás pensé llegar tan lejos, que Método pudiera durar 25 años y sobre todo teniendo en cuenta la vida útil de la mayoría de las empresas. En un sector tan cambiante, con muchos parones y altibajos. Hemos sabido reciclarnos y hacemos otras actividades de consultoría y proyectos europeos, no estamos quietos nunca. Han pasado volando los 25 años y los otros 25 espero que mis hijos lo tomen con fuerza y cariño.
¿Está pensando en la sucesión?
Tengo 68 años y la sucesión me está diciendo que ya tengo que dejar sitio. Tengo ya a mi hijo Luis que me está ayudando en la gestión de la empresa y cada vez tiene que ir cogiendo más. Tenemos otras líneas de negocio y estamos diversificados en otras actividades.
¿Qué diría que es lo mejor y lo peor de la formación?
Lo que más me gusta es ir a una entrega de diplomas y esa alegría de ese proyecto que contábamos de 118.000 mujeres. Lo peor, los parones que tenemos en el sector. Así como la formación reglada sabes que empiezas en septiembre y acabas en junio. Aquí hay altos y bajos. Creo que si tuviera continuidad sería mejor para la empresa, para los trabajadores y para los alumnos.
¿Hay que pedir al Gobierno que sean más estables las convocatorias?
Exacto. No puedes estar sujeto a si sale en mayo o si sale en septiembre. No nos olvidemos que esto es un dinero finalista del 0,7% que pagamos las empresas y los trabajadores. Ese dinero es para la formación continua del trabajador y de los desempleados y se recauda todos los años. Es necesario un mecanismo para que esté estabilizado y las convocatorias sean cíclicas.
¿Cómo ve el futuro?
Mientras tenga el equipo que tengo, no le tengo miedo al futuro. Porque sé que el futuro es trabajo, como hemos hecho estos 25 años, y tengo talento. Vamos a seguir con todas las líneas. Estamos trabajando muy fuerte en licitaciones. Vienen años muy buenos de formación. Con los fondos Next Generation hemos salido en el ranking de empresas y estábamos en el número 6 o 7 de empresas de formación que más hemos participado en la gestión de estos fondos. Así que nos hemos sabido adaptar a exigencias en concurrencia competitiva con los grandes grupos. Porque tenemos un talento muy grande, que es el activo que tiene Método. La semana que viene estaremos en Bruselas con una nueva convocatoria, también con temas de inteligencia artificial para cursos de formación. El futuro ya está aquí. En los próximos 25 años hay que adaptarse a la nueva tecnología con la inteligencia artificial. Ya estamos en esa tarea.
Reconocimiento de la CEOE en su 25 aniversario
El vigués Grupo Método cumple 25 años en los que ha formado a más de 500.000 personas, impartido más de 30.000 cursos y desarrollado un centenar de proyectos internacionales. Su presidente, Jorge Cuntín, puso en marcha este proyecto en 1999 y en 2007 llegaba el primer proyecto internacional en Rumanía y Bulgaria. Su crecimiento le valió en 2008 el certificado de Empresa Gacela por Zona Franca. En 2010 da el salto de Galicia al resto de España y, además, llegan proyectos en Colombia, Rumanía, Panamá y Perú. Incluso ha trabajado para Naciones Unidas con un curso para la UNODC, la oficina de las Naciones Unidas contra la droga y el delito. En 2018 inicia su actividad en licitaciones adjudicándose programas como el Profea Mujer Rural del Sepe. Es proveedor de Telefónica y entre sus clientes también están administraciones públicas, patronales y sindicatos. El día 18 recibirá una placa de la CEOE a la excelencia empresarial en la formación continua, de manos de su presidente, Antonio Garamendi. El 22 celebran una fiesta en la sede del Celta en Vigo.
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