Ignacio Pérez Amoedo, de la Coral Casablanca: "Es un milagro que llevemos 17 años actuando en Castrelos"

Convertida en una auténtica institución en Vigo, la Coral Casablanca vuelve al cartel de las fiestas con un concierto el próximo 29 de julio en Castrelos, marcado por el gran éxito que ha tenido su participación en el himno del Centenario del Celta con C.Tangana. El presidente de la Fundación cree que el éxito de la agrupación es el trabajo de muchos años y mantener la ilusión intacta.

La Coral Casablanca vuelve a los conciertos de Castrelos en un momento de gloria tras haber participado en el himno del Celta ¿cómo se está viviendo este momento?

Ha sido un regalo para todos los que estamos en la Coral Casablanca fue sorpresa inesperada. Nosotros siempre teníamos la ilusión cuando se hablaba de que C Tangana iba a hacer el himno de que quizá se acordara de nosotros y nos llama para algo si es que va a hacer algo con coro, pero era más una ilusión. Contactaron con nosotros en marzo y desde entonces fue todo muy ilusionante y emocionante. No me imaginaba que iba a tener esta repercusión

Un año más en el cartel de las fiestas de Vigo, ¿qué tiene de especial para la agrupación?

Es muy importante para la coral tocar en Castrelos. Llevamos 17 años seguidos en unas fiestas que son potentísimas y de momento seguimos ahí porque va gente a ver a Casablanca. Obviamente, no somos David Bisbal y lo sabemos, somos mejores (ríe), pero realmente no deja de ser un milagro que un coro de música aficionado esté en unas fiestas que deben ser de las más importantes a nivel España. Recuerdo un año, vernos en un cartel debajo de Maná y eso es el resultado de un trabajo de muchos años, todos los martes, todos los jueves, todos los viernes con una persona que es Oscar Villar que lleva desde el 81 dirigiendo. Empezó con Amarosa y luego en el 89 cuando Casablanca era del Mercantil hasta el día de hoy. El mérito no está en un concierto ni salir en un himno, que para nosotros es maravilloso, el mérito está insisto en martes, jueves, viernes, martes, jueves, viernes y que se mantenga la ilusión. Ese es el secreto del éxito.

En una época en la que triunfa la música urbana, ¿cuál es el truco para enganchar al público más joven?

Esa es la parte de dirección, la que no se ve. Muchas veces pensamos que el director está solo dándonos la espalda en los conciertos pero escoger una canción que a priori puede parecer una locura, como Bohemian Rapsody de Queen, e ir puliéndola, mejorándola, e ir haciéndola cada vez más impresionante es esa parte del trabajo que no se ve y que hace que la Coral Casablanca sea distinta. Hay muchas corales de otras partes de España que nos piden partituras.

La Fundación es más que la Coral Casablanca…

Sí. Se crea en 2011, en ese año solo estaba la Casablanca. En 2013, se hace el coro peque, el coro juvenil, de chavales de 12 a 21, luego el Gepetto, que es de mayores de 65 años que canta muy bien. Cantan todos muy bien, a mí me encanta, el juvenil me entusiasma y el peque es muy bonito de ver. Luego está un coro que es muy desconocido que es el de los sonidos de la memoria compuesto por enfermos de Alzheimer, cuidadores y voluntarios. Es impresionante ver cómo los enfermos recuerdan aquellas canciones de su juventud y disfrutan con ellas. Es muy emocionante.

Usted no canta pero está al frente de la Fundación Coral Casablanca, ¿cómo llegó hasta ahí?

Por mi madre, que ya no está. En 2007 cuando entramos contra todo pronóstico en la directiva del Mercantil, la llamé: bueno mami ya soy vicepresidente. Ella me dijo, tú puedes ser lo que quieras pero cuidadito a ver qué haces con la coral. Reconozco que al primer concierto al que fui, en mayo de ese año, iba bastante contrariado. No tenía conocimiento de la coral y lo que menos me esperaba era encontrar a un grupo de cien voces y 50 miembros de una orquesta interpretando desde Mecano hasta una zarzuela y ópera y desde entonces estoy enamorado de la coral.