Guada Guerra: “Me apetecía escribir una novela sobre lo que nos pasa como generación”
Periodista y escritora, presenta “Las cosas que nos pasan”
La periodista Guada Guerra (Vigo, 1991) presentó en el set de Atlántico TV su ópera prima “Las cosas que nos pasan”, una novela coral y generacional, ambientada en Vigo.
Acompañante habitual de escritores, ¿cómo surge la idea de publicar su propia novela?
Yo he escrito siempre, pero nunca una novela y nunca había pensado en publicar, o por lo menos de forma inminente. En octubre de 2023 me contactó Gonzalo Albert, que es el director literario de Plaza y Janés, de Suma y de Roca Editorial, y me lo propuso. Y le respondí, sí, claro. Me apetecía escribir una novela que hablase de lo que nos está pasando como generación un poco. Me dijeron, adelante. Empecé a principios de 2024 y aquí estoy. Todavía no me lo creo mucho, pero hay que ir asimilando.
Como dice es una historia generacional, lo curioso es que se repiten los problemas.
Yo creo que a todas las generaciones, independientemente de la época, nos ha pasado lo mismo en el punto en el que creces durante una infancia o una adolescencia formándote unas expectativas de futuro de lo que va a ser tu vida adulta, y de repente llegas y ¿dónde está lo que imaginamos? Aunque creo que cada generación tiene sus circunstancias concretas. Aquí hablo un poco de la generación millennial. Las protagonistas, cinco amigas, que están en la treintena, se enfrentan un poco a las consecuencias de todo esto que nos ha pasado como generación: Nos prometieron que si estudiábamos, tendríamos un futuro exitoso. Crecimos durante la burbuja, España iba muy bien, porque todo era clase media y todo era maravilloso. Mientras estudiábamos, estalló la famosa burbuja y cuando acabamos las carreras, todo era un solar. Comienzan a notarse un poco las diferencias, a rasgar las costuras. Nos incorporamos al mercado laboral de manera tardía, llega Internet, cae la iglesia o cosas como el matrimonio ya no tienen el mismo valor que para nuestros padres. Entonces creo que el mundo cambió mucho en esos años, además de las circunstancias que nos pillaron.
Aborda temas como la maternidad, los tipos de relación, los retos profesionales.
Lo primero que hice fue hacer un listado de temas. Eran tantos que necesitaba muchos personajes. No podía tener un personaje principal que desarrollase todo lo que yo quería contar. Planteé una novela coral, cinco amigas en la treintena y la maternidad tenía que estar, hay que tomar la decisión ahora y ya no se puede cambiar de opinión dentro de quince años.Creo que esto es algo con lo que convivimos. Ellas se ven con perspectiva, cómo cambiaron y la manera en la que las juzgan, porque esto también me apetecía reflejarlo. Cada una de ellas, habla en primera persona, vemos cómo se ven a ellas mismas y cómo ven a las demás.
¿Qué importancia tiene esa lealtad entre las amigas?
La maternidad, la precariedad, la vivienda, que te echen de un trabajo, que tengas una gotera en casa o que se te estropee la lavadora son cosas que nos van a pasar todo el rato. Y lo que nos salva un poco es la red que tenemos. En este caso ellas se conocen desde el colegio, desde ese momento en el que todo era clase media y desde el que se creían todas iguales. Luego se van haciendo mayores, van viendo sus diferencias. Pero esa amistad que sobrevive a los años es un poco lo que las sostiene.
Y Vigo de telón de fondo.
De telón de fondo o de personaje principal. Cuando empecé a escribir la novela yo no quería situarla en ninguna ciudad. Pero luego me di cuenta de que las niñas estaban en el Casco Vello, paseando por Príncipe o saliendo en Churruca, aunque no lo mencionase. Llegó un punto en que sí que quise que Vigo estuviese. Creo que el ritmo de la ciudad está impreso en la novela. Todo se desarrolla en una semana y la manera en la que ellas gestionan su tiempo o van de un sitio a otro o deciden sus planes, la impone Vigo. Además, me hace ilusión que salgan lugares reconocibles. Desde Barcelona, una chica me decía que tenía ganas de conocer A Mina, me impresionó muchísimo. Todos estos lugares se quedan aquí guardados, pero también son parte de mi historia y la de mis amigas y también me apetecía el guiño.
¿Cuánto hay de autobiográfico en estas cinco amigas?
No me identifico con ninguna de ellas al 100 por cien y a la vez me identifico con todas. Y con mis amigas pasa un poco lo mismo. Puedo identificar los roles que tomamos en los grupos, saber quién es la cuidadora entre mis amigas, pero a lo mejor la persona más cuidadora que puede ser Irene en esta novela tiene unos rasgos de personalidad que para nada concuerda con los de mi amiga, la que nos cuida. Está todo muy mezclado, había amigas que me escribían diciendo, con una foto de una página, “esta soy yo”, y yo decía, “date tres páginas”. Al rato me escribían diciendo, “no, para nada”. Al final es reconocible cada quebradero de cabeza o cada escenario. Todos nos creemos especiales, que somos el centro del mundo, pero la historia se repite.
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