Enrique Mallón: “Preocupa y duele que los contratos de Stellantis no recalen en Galicia”

El coche eléctrico y la movilidad sostenible son los platos fuertes del congreso internacional AutoMob que se va a celebrar en Vigo los días 17 y 18 de septiembre de la mano de Asime con un amplio panel de expertos. El secretario general de la Asociación de Industrias Metalúrgicas de Galicia, Enrique Mallón, hace un repaso para Atlántico de la situación del sector, que representa el 20% del PIB gallego con 3.500 empresas y cerca de 60.000 trabajadores.

¿Dónde pone el foco el congreso este año?

En los retos de la industria de automoción para ver cómo podemos ser más competitivos a nivel gallego, nacional y europeo, por eso va a haber representantes de estos tres ámbitos. En cuanto a la movilidad en toda su amplitud -aérea, marítima y ferroviaria- los retos son múltiples, el más inquietante cómo podemos ser más sostenibles y en automoción el tema más candente es el vehículo eléctrico.

El coche eléctrico y su baja demanda.

La automoción tiene dos caras prácticamente en todo el mundo y especialmente en España y en Galicia. La cara positiva son los resultados de 2023 con un 17% más de facturación y 2,5% más de empleo en Galicia, pero, como esto va muy rápido y la automoción es una industria muy competitiva, ahora nos encontramos con unos números de ventas del vehículo eléctrico y de puntos de recarga instalados bastantes pobres. Los últimos meses han sido especialmente inquietantes, la industria no ve con buenos ojos esta situación y hay una cierta incertidumbre que esperemos que se despeje. La Unión Europea y los gobiernos nacionales tienen mucho que decir a la hora de implementar ayudas para la adquisición de estos vehículos y es igual de importante la implantación de puntos de recarga efectivos.

En Vigo, el proyecto de Stellantis está afectado en la industria auxiliar por el reparto de contratos que se están perdiendo en Galicia. ¿Preocupados?

Stellantis es la industria más estratégica en el sur de Galicia, pero tenemos más de 14.000 trabajadores que dependen de proveedores que son muy importantes porque el 70% de la facturación o producción va a otras plantas que no son Stellantis Vigo, lo cual es muy bueno para toda la industria. Cuando vemos que los proyectos que se adjudican no recalan en su mayoría en los proveedores instalados en Galicia, nos duele y nos preocupa y hacemos un llamamiento a que se tenga en cuenta no solo el precio. Este es relevante, pero hay que ver los apoyos públicos con los que se cuenta y la cadena de proveedores. Hay preocupación, pero vamos a pensar que habrá buenas noticias en los próximos meses y que las adjudicaciones sean para proveedores locales.

¿Cómo valora la política arancelaria europea sobre las importaciones chinas?

Es un tema complejo. El presidente del Gobierno de España está en China intentando limar asperezas y clarificar el futuro, pero desde Asime tenemos claro que hay poner ciertos límites y que es acertado debatir sobre ello. Cuando nosotros salimos al exterior, hay países que protegen enormemente su industria y es difícil entrar, mientras que España y la Unión Europea es un territorio abierto. No digo que sea malo, pero tenemos que preocuparnos por proteger nuestra industria. La clave va a ser si el porcentaje de los aranceles va a ser el adecuado o no, hablamos de hasta un 38 por ciento, pero vemos cómo Estados Unidos llega hasta el cien por cien.

La cadena de suministro de la automoción sufrió desajustes en los últimos años por el impacto de la pandemia, la crisis de los microchips y el conflicto del Mar Rojo. ¿Sacan alguna lección?

La mayor lección es que hay que producir en proximidad ya sea para el automóvil, barco o avión. La industria europea se está dando cuenta, posiblemente tarde, pero tenemos que fomentar los proyectos de fabricación en el territorio europeo sobre todo de materias primas y productos que son esenciales para el desarrollo de una industria competitiva. Hay que tener industria propia e intentar que se implanten fabricantes aquí.

¿Cómo es la situación actual de la industria metalúrgica gallega y qué perspectivas manejan para este año?

Todo el sector del metal gallego está en una situación buena de facturación y de empleo y creemos que para final de año vamos a poder decir que hay otra vez crecimiento. Los números del primer semestre acompañan esta afirmación. La fabricación automovilística, naval y aeronáutica está en crecimiento con una situación de las mejores que hemos tenido en los últimos años, pero tenemos inconvenientes como es la falta de personal cualificado que es muy acuciante y que estamos intentando paliar con apoyo del Gobierno y la Xunta con formación de desempleados y de ocupados. Insistimos en que tenemos que traer a gente de países terceros que estén cualificados que nos puedan ayudar como están haciendo en Reino Unido, Canadá o Estados Unidos. Las delegaciones de Gobierno tienen que facilitar la llegada de estos trabajadores porque los necesitamos.

¿Cuesta traer gente de fuera?

Sí, tenemos que acelerar los tiempos. Desde el Gobierno hay que impulsar y facilitar más el trabajo de contratación. Nuestras empresas ahora mismo están perdiendo entre un 25 y un 30 por ciento de pedidos y encargos por la falta de personal cualificado.

¿Cuántos trabajadores necesita la industria gallega del metal?

Llevamos más de dos años diciendo que necesitamos unos 3.000 para toda Galicia, pero ahora ya hablamos de 5.000, de los que entre 3.000 y 3.500 serían necesarios para el sur de la comunidad gallega para poder atender todas las consultas que tenemos. En todas las ferias vemos que la industria gallega es competitiva y que se quiere trabajar con ella, pero tenemos que tener personas, además de maquinaria. Son la clave.